Los estudios superiores no son una garantía contra la crisis, pero ayudan a sobrellevarla con menos incertidumbres. Castilla y León ha logrado reducir a la mitad la tasa de paro de los titulados superiores desde el año 1994, año en que situó en el 20,9 por ciento hasta el 9,9 por ciento a finales de 2010, lo que supone más de seis puntos menos de desempleo que la media regional. El desempleo entre los titulados universitarios es menor que en el conjunto del país, que llega al 11,3 por ciento, pero, además, el comportamiento de la Comunidad en estos 16 años ha sido mejor que lo ocurrido en España: entonces, hace 16 años, la media de la Comunidad era dos puntos superior a la nacional, hoy está uno y medio por debajo.
Así se desprende de un informe realizado por la Fundación Bancaja-Invie sobre el Capital Humano y el Empleo en las regiones españolas en el que se señala que “la coyuntura actual ha disparado el desempleo y ha castigado más duramente a quienes disponen de menores niveles de estudio y ha afectado en menos medida a los más formados”. De este modo, se ratifica que la formación en los niveles no obligatorios (bachillerato y universidad) no excluye del paro, pero sí ayuda a encontrar trabajo. El informe valora también las tasas de paro en las personas con estudios obligatorios y de Secundaria, donde las tasas de paro son superiores a este 9,9 por ciento que presentaba la Comunidad en 2010.
Además, la evolución de Castilla y León en los últimos 16 años ha sido positiva, dado que ha mejorado o se ha mantenido en todas las tipologías estudiadas. Así, según dicho informe, la Comunidad pasó de una tasa de paro del 21,4 por ciento en 1994 al 15,8 por ciento de 2010, si se tiene en cuenta a toda la población. Si se desglosa por tipo de formación, el estudio refleja en la población con estudios obligatorios como máximo que la tasa de paro es similar en las dos fechas estudiadas, en torno al 20 por ciento.
No obstante, a medida que se incrementa el nivel de estudios las tasas de desempleo disminuyen. Así, el paro de la población con Secundaria no obligatoria, es decir, el actual bachillerato estaba por encima de la media española en 1994, un 27,6 por ciento en la Comunidad y un 25,6 por ciento en España). Sin embargo, en 2010 esta tasa se ha reducido considerablemente y, además, ha conseguido rebajar las medias nacionales. Hoy, el 16,4 por ciento de los que han completado estudios de bachillerato está en paro, frente al 19,3 por ciento de la media española. Con estos datos se puede afirmar que Castilla y León ha mejorado su nivel de empleabilidad en los diferentes estudios y ha pasado de estar por encima de la media española en tasa de paro a estar por debajo de esos porcentajes, al menos hasta el año 2010 que es hasta donde llega el estudio.
Nivel de estudios
Del mismo modo, el informe repasa la evolución del nivel de estudios de la población de las comunidades autónomas. En concreto, se refiere al porcentaje de población en edad de trabajar (de 16 o más años) por cada tipo de estudios. El informe entiende como hasta obligatorios la población que tiene un título de Bachiller elemental, EGB, ESO o inferior, mientras que el siguiente grupo (Secundaria Postobligatoria) posee el título de Bachiller Superior, BUP, COU, FP I o Ciclo Formativo de Grado Medio y el de superiores hace referencia a los titulados en FP II, ciclo formativo de Grado Superior o estudios universitarios.
En el contexto con el resto de comunidades españolas en cuanto al nivel educativo, Castilla y León se sitúa en un término medio en los cuatro grupos establecidos en el informe. Así, la Comunidad junto con la Valenciana, Canarias y Baleares se caracterizan por tener unos porcentajes de población que no supera el nivel de estudios obligatorios por encima de la media española pero por debajo del umbral del 60 por ciento.
Teniendo en cuenta esta explicación, Castilla y León en 2010 se situó por encima de la media española en cuanto a personas en edad de trabajar con estudios obligatorios: 57,9 por ciento en la Comunidad, frente al 55,5 por ciento del conjunto nacional.
Sin embargo, se encuentra por debajo en el porcentaje de secundaria postobligatoria, con un 18,3 por ciento, frente al 20,2 por ciento de España y también por debajo en el porcentaje de la población con edad de trabajar con estudios superiores, que fue en 2010 del 23,8 por ciento, frente al 24,3 por ciento del conjunto de las autonomías.
Todas mejoran
Por último, este informe recoge que, si bien todas las regiones han logrado avances destacados en el nivel educativo de sus poblaciones, las diferencias observadas al inicio de la Democracia han persistido notablemente y la posición de las comunidades, aunque con mejores porcentajes, sigue siendo similar. En el caso de Castilla y León, en este tiempo, ha conseguido suplicar el número de población ocupada que tiene estudios de bachillerato o superiores. Así, en 1994, arrojaba un porcentaje del 34,4 por ciento de trabajadores con estudios no obligatorios, lejos de comunidades como Madrid (49,3 por ciento), País Vasco (47,7 por ciento), Navarra (44,2 por ciento), Cataluña (39,9 por ciento), pero por encima de Castilla-La Mancha (25,3 por ciento) y Extremadura (26,1 por ciento), que presentaron los menores porcentajes.
No obstante, en 2010 este porcentaje en Castilla y León es casi el doble, hasta alcanzar el 60,4 por ciento y situarse en el puesto siete de las comunidades autónomas con mayor porcentaje, solo superada por País Vasco (73,2 por ciento), Madrid (73,2 por ciento), Navarra (69,4 por ciento), Cantabria (66,3 por ciento), Aragón (65,3 por ciento), Asturias (64,6 por ciento) y Cataluña (60,5 por ciento).