Aumenta el grado de optimismo de los profesionales inmobiliarios de Castilla y León sobre el futuro del sector que se sitúa en el 7,2 sobre diez, frente al 6,6 de mayo del año pasado. Así, lo refleja el VII Barómetro Inmobiliario realizado por UCI (Unidad de Créditos Inmobiliarios) y SIRA (Spanish International Realty Alliance) que determina que en España se refleja una tendencia en clave positiva con una nota de 7,4, tras un 6,7 registrado en mayo de 2020, informa Ical.

El estudio de percepción, realizado entre más de 1.000 agentes inmobiliarios de toda España, para analizar la evolución y proyección futura del sector de la compraventa de vivienda residencial puesto en marcha tras el periodo de confinamiento en mayo de 2020.

Respecto a los precios, tras un periodo de tensión y presión a la baja, como consecuencia de la situación de crisis a raíz de la pandemia, los inmobiliarios coinciden en la estabilidad actual y a medio plazo en los precios y en una menor caída de lo que estimaban a inicios de la pandemia.

Al respecto de la proyección y evolución de los precios este año en Castilla y León sólo un 8,70 de los agentes inmobiliarios calculan un descenso; la mayoría, un 73,92 calculan la estabilidad o un ligero repunte y un 17,39 por ciento, un aumento.

El subdirector general de UCI, José Manuel Fernández, aseguró que estos datos  muestran que el sector de la compraventa de viviendas se mantiene fuerte. “Nadie mejor que los inmobiliarios que están en las operaciones del día a día saben el pulso del mercado. Si su percepción es positiva, y además ha ido aumentando en estos meses, podemos afirmar la buena salud de estas operaciones”, recalcó.

El profesor de la Universidad de Barcelona, Gonzalo Bernardos, apoyó este grado de optimismo que refleja el Barómetro Inmobiliario. Bajo su punto de vista, se vislumbra la cercanía del fin de la pandemia. “Estamos en la mejor situación para el mercado inmobiliario desde 2006, principalmente por la inyección de los fondos europeos de 72.000 millones de euros, que garantizan la liquidez y el crecimiento económico, y esto afecta al precio y demanda de vivienda muy positivamente. A lo que hay que sumar que el tipo de interés en Europa no se tocará en los próximos tres años”, argumentó.

Por otro lado, UCI señaló que este año de pandemia ha dejado un cambio en la demanda de viviendas: los futuros propietarios buscan casas con terrazas, exteriores, con una buena conexión a Internet y cerca de espacios verdes, con un importante incremento por el interés de viviendas unifamiliares.

Asimismo, destacó que el cierre de operaciones de compraventa de inmuebles ha mejorado a medida que lo ha hecho la situación de movilidad. Al igual que el número de compradores y vendedores; estos últimos con una menor incidencia por el efecto de la pandemia. “Tras un periodo de tensión y presión a la bajada en los precios, los inmobiliarios coinciden en la estabilidad actual y a medio plazo y en una menor caída de lo que estimaban en mayo de 2020”, concluyó.