Una exposición de las obras realizadas por los artistas noveles que participan en el Curso de Pintores Pensionados de Segovia pone fin a la presente edición de esta tradición que se celebra cada verano desde 1919 en la Academia de Historia y Arte de San Quirce. En la muestra se dan cita las obras de los 29 jóvenes artistas que han participado y que se pondrán a la venta durante todo el fin de semana y que habitualmente se prolongaba hasta finales de agosto.

El Curso de Pintores Pensionados está organizado por la Academia de Historia de San Quirce con la colaboración y subvención de la Junta de Castilla y León a través de la Fundación Siglo para las Artes de Castilla y León, que ha cedido además la residencia del Centro Ecuestre para acoger a los artistas. También colaboran el Ayuntamiento de la capital, Caja Segovia, la Diputación Provincial, además de otros colaboradores públicos y privados.

En el Curso participan dos alumnos de cada una de las facultades de Bellas Artes del Estado, entre los que se selecciona a los de mejor expediente académico. La beca comprende la gratuidad de la estancia en Segovia con alojamiento y manutención, actividades académicas y gastos de la exposición final en lo referente a catálogos, carteles y sala, además de otras actividades complementarias. Cada pensionado dispone de cierta cantidad para la adquisición de materiales. El curso se ha desarrollado del desde el día 1 de agosto.

Uno de los organizadores de la muestra, Juan Manuel Moreno Yuste, explicó que en ella se puede encontrar una “variedad amplia de paisajes y técnicas muy diferentes, y un alta calidad y un trabajo importante”.

Los propios estudiantes se muestran ilusionados con su primera exposición colectiva. “El trabajo de los compañeros me inspira para coger ideas nuevas”, señaló Clara Jiménez, una de las paisajistas. “Es una oportunidad de vivir una experiencia única. Me aportan mucho los puntos de vista tanto pictóricos como personales de los compañeros”. Esta granadina, estudiante de máster artístico en Valencia, utiliza metacrilato en sus cuadros pintando escenas que parecen ser una mezcla entre impresiones y vidrieras antiguas, mostrando todo un mundo de color con sus finos trazos.

Todos los pintores pensionados coinciden en las aportaciones que logran unos de otros, sobre todo respecto a las técnicas artísticas que desarrollan durante su estancia en Segovia. “Estamos aprendiendo mucho de los demás, es como una retroalimentación. Tengo un compañero que habitualmente pinta vísceras y cuerpos, y estoy aprendiendo mucho de él”, afirmó José Manuel Luque, otro de los becados, mientras señaló las vísceras sobre una vieja tabla. Su nueva creación; un colorido óleo en el que aparece una cabeza de cochinillo a los pies del Acueducto. “Nunca se me hubiese ocurrido pintar así el monumento”, aseguró.

“Al ver pintar a tanta gente junta esta experiencia aporta mucho más, que cuando estamos trabajando solos en nuestras casas; yo he descubierto una nueva forma de pintar aquí”, manifestó Fernando Novella, uno de los mayores del grupo. “Compartimos muchas experiencias ya que es un grupo heterogéneo de toda España y de todas las edades”, agregó.

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