Para conocer el uso que las familias españolas y castellanos y leonesas hacen de la tecnología, Qustodio, plataforma de seguridad y bienestar digital, ha llevado a cabo su estudio “Familias hiperconectadas: el nuevo panorama de aprendices y nativos digitales”.
El informe estima que los niños españoles de entre 5 a 11 años pasan una media de 711 horas y 45 minutos conectados al año, cifra que asciende hasta las 1.058 horas y media en el caso de los menores de entre 12 y 17 años.
En Castilla y León, los niños se conectan 803 horas al año.
Al comparar esas cifras con las horas lectivas a esas edades (792 horas en Primaria y 1.054 en Secundaria), observamos que en Primaria se diferencian en tan solo 80 horas y 15 minutos, pero en Secundaria el número de horas que están conectados al año supera en 4 horas y 30 minutos el tiempo que pasan en el colegio.
Todo esto se traduce en una media española de 2 horas y 24 minutos diarios, aunque un 26% asegura sobrepasar las 3 horas al día. Si analizamos este dato a nivel regional vemos que en Castilla y León, la media diaria desciende a 2 horas y 12 minutos de conexión, situándose como la quinta comunidad española en la que los niños pasan menos horas conectados. Los primeros puestos lo ocupan Cantabria, con una 1 hora y 36 minutos y La Rioja (1 hora y 54 minutos). En el extremo opuesto se encuentran: Canarias y Región de Murcia, ambas con 3 horas y 18 minutos de media.
Los papás
Sin embargo, los niños no son los únicos adictos a las nuevas tecnologías, también lo son sus padres, los aprendices digitales. Así, un 40% de los padres castellanos y leoneses admite su adicción al móvil, porcentaje ligeramente superior a la media nacional (38%).
Los padres españoles aseguran pasar al día una media de 3,2 horas conectados. A la vista de estos datos, no es extraño que la mitad de ellos crea que se relaciona menos con su familia por el uso excesivo del móvil, siendo su pareja la más descuidada, y que 8 de cada 10 se sientan mal por ello.
Apagar las notificaciones, activar el modo avión o establecer horarios de uso para reducir su uso son las estrategias elegidas para combatirlo.