Catedral de Segovia desde el Camino de Santiago de Madrid. Autor Miguel Cuesta

Ecologistas en Acción de Segovia solicitó a la Junta que cambie la ubicación de la estación de control para que refleje de forma realista la calidad del aire en la ciudad, porque en la actual es una zona con una contaminación mucho más baja. La organización medioambiental realizó en noviembre una campaña durante tres semanas de medición de la contaminación del aire en siete ciudades de Castilla y León con 150 aparatos adquiridos a un laboratorio acreditado de Cataluña. Las mediciones se realizaron en las calles con más tráfico de cada ciudad y también en algunas áreas peatonales sin apenas circulación de vehículos a motor.

Según detallaron desde Ecologistas en Acción de Segovia, los medidores fueron instalados por personas voluntarias, formadas por la organización, en farolas de las ciudades investigadas, a una altura aproximada de 3 metros y respetando una serie de criterios establecidos como distancia a grandes cruces, edificios y calzada o ausencia de obstáculos. El contaminante analizado fue el dióxido de nitrógeno (NO2), emitido por el tráfico urbano, sobre todo por los vehículos diésel. Un gas tóxico, que en el cambio de siglo registraba en las ciudades de Castilla y León niveles muy elevados, por encima de los límites legales entonces vigentes.

En la primera década del siglo, la Junta de Castilla y León reubicó todas las estaciones cuyas medidas se encontraban por encima de los límites legales establecidos y como consecuencia de esta reubicación los niveles medidos descendieron de forma sustancial. En el caso de Segovia, la estación de medición, que se situaba en las cercanías del Acueducto, se trasladó a una zona sin tráfico, en las cercanías del río Eresma.

Ecologistas en Acción pudo comprobar que la situación real de la contaminación atmosférica en las ciudades de Castilla y León es muy diferente de la que publicita el Gobierno de Castilla y León. Las estaciones oficiales orientadas al tráfico registran de promedio la mitad del NO2 que el que se ha medido en las calles con más circulación de automóviles, en cada ciudad.

En los casos de Segovia y Salamanca, los medidores ubicados junto a las estaciones oficiales han sido los que han registrado menos contaminación de los 15 y 25 instalados respectivamente en las dos ciudades.

En Segovia se registraron mediciones superiores al valor límite anual de NO2 en tres estaciones, destacando 53 ?g/m³ en la Avenida Padre Claret de Segovia. Los datos también superaron los límites legales en los medidores situados en la calle Conde de Sepúlveda (47,07 ?g/m³) y Ezequiel González (40,38 ?g/m³). Un aspecto a destacar es que, en los dos primeros casos, los medidores se encontraban situados en las cercanías de dos centros educativos.

Paradógicamente, el dato más bajo se ha obtenido en el medidor situado junto a la estación oficial de control de la contaminación atmosférica de la Junta de Castilla y León (16,17 ?g/m³). Ecologistas en Acción va a trasladar los resultados de su campaña de medición a la Junta y los ayuntamientos de las ciudades analizadas, solicitando que se revise la ubicación de las estaciones oficiales para que reflejen más fielmente la contaminación atmosférica urbana, así como que se adopten medidas decididas de restricción de la circulación motorizada en las ciudades y un reparto del espacio público más favorable para viandantes, ciclistas y transporte público.

Según las estadísticas de Ecologistas en Acción, la contaminación por dióxido de nitrógeno, es responsable de 756 muertes en Segovia en el periodo 2000-2009. Según los estudios del equipo de Julio Díaz y Cristina Linares, del Departamento de Epidemiología y Bioestadística del Instituto de Salud Carlos III, la media del número de muertes prematuras anuales por contaminación del aire en las ciudades de Castilla y León ascendió a 940, la media anual calculada para el periodo 2000 y 2009.

La mitad de dichos fallecimientos se habrían producido en un rango de exposición de entre 20 y 40 ?g/m3, por debajo de la recomendación anual de la OMS, actualmente en revisión. De acuerdo con el informe realizado por el Instituto, pequeñas reducciones en los niveles de este contaminante pueden ser determinantes para salvar vidas, en el corto plazo.

En el caso de Segovia, el estudio del Instituto de Salud Carlos III estima en 756 el número total de muertes ocurridas en el periodo 2000-2009 atribuibles a la contaminación por dióxido de nitrógeno, que es el contaminante medido en el estudio realizado por Ecologistas en Acción.

La organización ambiental recordó que el primer criterio legal de ubicación de las estaciones de medición es implantarlas en “las áreas situadas dentro de las zonas y aglomeraciones que registren las concentraciones más altas a las que la población puede llegar a verse expuesta”. Regla que a la vista de los resultados de la campaña de medición de Ecologistas en Acción estaría siendo incumplida por la Junta de Castilla y León.

Además, la quinta parte de los medidores analizados superaron durante el mes de noviembre el valor límite anual de NO2, establecido por la normativa en 40 microgramos por metro cúbico (?g/m³), pese a las elevadas precipitaciones de la primera quincena del mes y a la menor movilidad por la crisis de la COVID-19.