La alcaldesa, Clara Luquero, acompañada por el concejal de Obras, Servicios e Infraestructuras, Miguel Merino, ha visitado las obras de construcción de los ascensores que unirán las calles Mónaco y Mirasierra del barrio de San José.

Un proyecto que supondrá no sólo una mejora sustancial de la accesibilidad en esta zona de la ciudad sino también la remodelación del entorno en el que se construyen y la regeneración urbana de la calle Manuel de Falla. Y es que el proyecto, en avanzado estado de ejecución, se espera que finalicen antes del mes de mayo, incluye la desaparición del fondo de saco que interrumpía este último vial, haciendo posible su integración en la zona y dotándolo de una lógica en la estructura urbana.

Como se puede comprobar a simple vista, el proyecto contempla la construcción de dos elevadores (una secuencia de dos ascensores), además de la reurbanización de las zonas afectadas por esta intervención.

El primer ascensor une la calle Mónaco con la carretera de Valdevilla. El segundo conecta la carretera de Valdevilla con la calle Manuel de Falla a la altura del, hasta ahora, final del vial. Una actuación de pavimentación y mejora de recorridos unirá ambas intervenciones a través de la carretera de Valdevilla, en la que se reordenará la zona de aparcamiento.

De esta manera, se va a crear un nuevo núcleo de comunicación a través de una escalera y/o de una rampa accesible que va a salvar el desnivel entre la calle y la acera Este, permitiendo circular hasta Mirasierra mediante las rampas ya existentes en la plaza Esteban Arteaga.

Una vez que estén finalizadas las obras, de las que se encarga la empresa Proforma S.A y cuya inversión alcanza los 400.000 euros, se habrá dotado a la zona de una unidad además de una nueva y moderna imagen.

Este proyecto, demandado por los vecinos, forma parte del conjunto de actuaciones que lleva a cabo el Ayuntamiento encaminadas a mejorar la calidad de vida de la población, a la vez que contribuyen a la revitalización del barrio de San José.