Ecologistas en Acción ha desarrollado durante el mes de febrero de 2022 una campaña de medición de la contaminación por dióxido de nitrógeno en ocho ciudades de Castilla y León, con dosímetros que han sido analizados en un laboratorio acreditado de Reino Unido. Las mediciones se han realizado entre los días 30 enero y 20 de febrero en el entorno inmediato de los colegios e institutos situados en las calles con más tráfico de cada ciudad, y también en algunos en áreas sin circulación.
Los medidores han sido instalados por voluntarios de Ecologistas en Acción, a una altura aproximada de 3 metros y respetando una serie de criterios básicos (distancia a grandes cruces, edificios y calzadas, ausencia de obstáculos, etc.).
Con la colaboración de la Junta de Castilla y León, también se han ubicado medidores en las estaciones oficiales. Finalmente, para disponer de un contraste con la situación en los núcleos rurales y las grandes ciudades, se han instalado dosímetros en una decena de centros educativos de Candeleda (Ávila) y de la ciudad de Madrid.
El contaminante analizado ha sido el dióxido de nitrógeno (NO2), emitido por el tráfico urbano (sobre todo por los vehículos diesel), gas tóxico que en el cambio de siglo registraba en las ciudades de Castilla y León niveles muy elevados, por encima de los límites legales entonces vigentes. En la primera década del siglo el Ayuntamiento de Valladolid y la Junta de Castilla y León reubicaron todas las estaciones que revelaban incumplimientos legales, por lo que éstos desaparecieron “mágicamente”.
No obstante, con los resultados de la campaña de medición y de otras realizadas en noviembre de 2020 y febrero de 2021, Ecologistas en Acción ha podido comprobar que la situación real de la contaminación atmosférica en las ciudades y en los centros educativos urbanos es preocupante.
Todos los centros escolares muestreados en Castilla y León rebasan ampliamente la referencia de la guía anual de la Organización Mundial de la Salud (OMS) establecida en 10 mg/m3, y tres cuartas partes exceden la recomendación diaria de la OMS (25mg/m3). Uno de cada siete centros educativos muestreados en las principales ciudades de Castilla y León (dos de los 13 centros medidos en el caso de Segovia) superarían incluso la referencia del vigente límite legal anual de NO2 (40 mg/m3).
El nivel más alto de contaminación en las ciudades de Castilla y León se ha detectado en el entorno de dos centros educativos segovianos (ver figura 1); el Colegio Claret, con 55 microgramos de NO2 por metro cúbico de aire (mg/m3),y el CEIP Diego de Colmenares, que alcanzó los 51mg/m3. En la figura 2 se muestran los valores registrados en cada uno de los 13 centros educativos analizados en la ciudad, así como los registrados en la estación oficial de control de la contaminación y en una del extrarradio que se utilizó para estimar la contaminación de fondo. Como puede apreciarse, 9 de los 13 centros en los que realizaron medidas los voluntarios de Ecologistas en Acción de Segovia superan los valores recomendados por la OMS. Al comparar los valores medios registrados en el conjunto de los lugares analizados en cada ciudad (figura 3) comprobamos que Segovia aparece como la cuarta ciudad más afectada por la contaminación, detrás de Salamanca, Valladolid y León y por delante de capitales más pobladas e industrializadas, como Burgos, Palencia o Zamora.
Los datos recogidos confirman que hay una clara correlación entre los niveles de contaminación por NO2 y los entornos educativos con más tráfico. En contraste, los entornos escolares con mejor calidad del aire corresponden a espacios peatonalizados o con baja circulación de automóviles.
Uno de los resultados más preocupantes en el Caso de Segovia es que la estación oficial de control de la contaminación de la Junta de Castilla y León, situada en la calle de las Nieves, ha arrojado la concentración de NO2más baja(18 mg/m3), confirmando los resultados obtenidos en las campañas realizadas por Ecologistas en Acción de Segovia en febrero de 2021 y noviembre de 2020.Es evidente que la estación oficial se encuentra ubicada en el enclave con menos contaminación por dióxido de nitrógeno de la ciudad, por lo que difícilmente podrá servir para alertar a la población segoviana en caso de una crisis en la calidad del aire.
En este sentido, la organización ambiental recuerda que el primer criterio legal de ubicación de las estaciones de medición es implantarlas en “las áreas situadas dentro de las zonas y aglomeraciones que registren las concentraciones más altas a las que la población puede llegar a verse expuesta”. Regla que a la vista de los resultados de las campañas de medición de Ecologistas en Acción está siendo incumplida palmariamente por la Junta de Castilla y León.
Por ello, Ecologistas en Acción va a trasladar los resultados de su campaña a la Junta de Castilla y León y a los ayuntamientos de las ciudades analizadas, así como a los tribunales de Justicia, solicitando que se cambie la ubicación de las estaciones oficiales para que reflejen más fielmente la contaminación atmosférica urbana, así como que se promuevan entornos educativos saludables y seguros, fomentando el transporte público, peatonal y ciclista y priorizando la proximidad al centro escolar como criterio básico del área escolar, como ha pedido el Congreso de los Diputados.
El dióxido de nitrógeno (NO2) provoca cada año alrededor de 7.000 muertes prematuras en España, según el Instituto de Salud Carlos III y la Agencia Europea de Medio Ambiente, 500 de ellas en las ciudades de Castilla y León. Es un gas irritante que agrava las enfermedades respiratorias y merma la resistencia a las infecciones, incrementando la mortalidad de enfermedades como la COVID-19.