Ical/ Joaquín Tasso, natural de La Granja de San Ildefonso y residente en Bruselas ha logrado esquivar los atentados que han causado una treintena de muertos en la capital europea. Los atentados le  sorprendieron mientras acudía a su puesto de trabajo en el Servicio Europeo de Acción Exterior. En declaraciones a Ical, ha explicado que cuando se iba a bajar del tren en la estación de Schuman -a pocos metros de la parada de metro de Maelbeek, donde se ha producido una de las explosiones- la policía ha comenzado a gritar a los viajeros y les ha obligado a volver al interior del vagón.

“Un minuto antes se debía haber producido la explosión en Maelbeek. La policía nos ha empezado a gritar, la gente también ha empezado a gritar y nos han obligado a volver a entrar al tren para llevarnos a otra estación. Desde ahí, debido a que el ejército ha cerrado las estaciones, ya he intentado desplazarme a pie y he tenido la suerte de coger un taxi para que mi mujer me viniera a buscar y para que fuésemos al lugar donde yo había dejado el coche”, cuenta Tasso, que apunta que Bruselas está tomada por helicópteros y ambulancias.

“Hay preocupación, conmoción… Los belgas están yendo a recoger a los niños a las escuelas porque tras los atentados han quedado cerradas. Por suerte, los niños de las escuelas europeas se encontraban de vacaciones ya que si no habría sido todo mucho más caótico aún”, continúa su relatado este empleado del Servicio Europeo de Acción Exterior, que también se encontraba tratando de localizar a sus compañeros de trabajo.

“Han elegido la línea de Maelbeek a propósito para atentar porque allí están todas las instituciones europeas”, asevera, al tiempo que admite que entre los fallecidos “podríamos haber estado cualquiera”. “Yo tengo que coger un avión en los próximos días y te das cuenta que le puede pillar a cualquiera”.

En su opinión, estos atentados “parece que pueden suponer un punto de inflexión”. “No podemos estar todos los días con un nivel 4 antiterrorista porque supone que no funcione nada en la ciudad”, concluye este trabajador de la UE que lleva siete años en Bruselas y que también ha estado desplazado en los Balcanes y en Oriente Medio, entre otros puntos del mundo

María Alonso

La también segoviana María Alonso es  funcionaria del Comité de las Regiones de la Unión Europea en Bruselas, adonde llegó hace ya tres décadas. La boca de metro en la que se ha producido una de las explosiones se encuentra a 100 metros de su despacho. “Naturalmente es muy concurrida, está en el corazón del barrio europeo”, explica en declaraciones a Ical.

“Mis compañeros y yo estamos siguiendo las instrucciones de seguridad. Estamos trabajando normalmente y con calma por los ciudadanos europeos”, cuenta. Ella ya había llegado a su despacho esta mañana cuando han tenido lugar los atentados. “Una de las explosiones ha sido en la boca de metro de mi despacho, pero suelo venir andando desde la estación de tren. Por las tardes a veces sí que cojo allí el metro”, continúa.

Afirma que tiene previsto viajar a España en los próximos días “si Dios quiere”. “Estoy deseando pasar unos días en Segovia”, comenta antes de despedirse asegurando que “rezo por las víctimas y por las familias”.

Foto: Joaquín Tasso/Ical