Los alumnos de primero de Bachillerato de Segovia suman un nuevo problema a su periplo en este arranque del curso con la llegada del toque de queda. Desde CGT denunciaron que se están viendo obligados a no asistir a las últimas horas de clase para poder coger los autobuses que les llevan a sus casas y respetar la normativa. A estos alumnos les cambiaron el turno de clases y de edificio.
Desde la sección de Educación de CGT Segovia explicaron que todas las reivindicaciones de estos alumnos y alumnas matriculados en la Escuela de la Casa de los Picos siguen vigentes y sin tener unas condiciones dignas para ejercer su derecho a un Educación Pública y de calidad. La última consecuencia, derivada del actual estado de alarma es perder la última hora lectiva.
El alumnado matriculado inicialmente en un horario diurno en el centro ubicado en la Casa de los Picos, se vio obligado a trasladarse al IES ‘Mariano Quintanilla’ en horario nocturno, como justificación espacial a las circunstancias por el COVID-19. Una decisión que fue denunciada anta el director provincial de Educación.
Durante todo el mes de octubre realizaron movilizaciones y concentraciones, incluso ante la sede de las Cortes de Castilla y León para denunciar que se ven obligados a comer en la calle, tienen problemas de transporte que les obliga a llegar con horas de antelación a Segovia, ya que más de la mitad del alumnado de bachillerato viene desde diferentes pueblos.
Ante la aparente preocupación de nuestra Dirección Provincial de Educación de Segovia, por lo académico y avance del curso escolar, desde CGT Segovia insistieron en reclamar una solución a todos estos problemas y que se escuche a los afectados, así como revisar la ubicación de estas aulas y horarios, máxime cuando hay otras posibilidades.
En su opinión, las familias, docentes y el propio alumnado están mostrando flexibilidad para adaptarse a la nueva realidad educativa, en la que priman las medidas y protocolos sanitarios pero ven ven “esta buena disposición de adaptación” ni en la Dirección Provincial de Educación de Segovia, ni en la propia Consejería de Educación, que son los que tienen que autorizar los cambios y mejoras que repercutirían en lo sanitario, pedagógico y “en la conciliación de la vida escolar de estos alumnos, muchos de ellos menores de edad, y sus familias”.