El candidato socialista a la Presidencia de Castilla y León, Óscar López, se mostró hoy partidario de abrir el debate sobre la reforma de las diputaciones a las que calificó como las “administraciones más antiguas y más opacas”. “Si apostamos por la España autonómica con todas sus consecuencias –enfatizó- habrá que adelgazar, reformular y repensar el papel de las diputaciones”.
El líder de los socialistas castellanoleoneses, que se mostró como un firme defensor del Estado de las Autonomías y de la descentralización del Estado, insistió en que las diputaciones deben perder “papel político”. “El estatuto de Castilla y León ya ha reducido su peso y el debate está abierto en otras comunidades como Cataluña con las veguerías”, argumentó López, que considera que hay que “simplificar” el modelo porque hay que tomar conciencia de que todas las “administraciones son Estado”.
En este nuevo marco, que también supone una nueva política de ordenación del territorio, López abogó por una mayor “coordinación y cooperación” de las distintos niveles de la administración pública para evitar duplicidades y el despilfarro de recursos, ya que se “puede hacer más con menos y hacerlo además antes y además mejor”. “No se trata de gastar más, sino de gastar mejor”, sentenció el candidato socialista a la Junta, que añadió que más que debatir sobre cantidades habría que debatir sobre el “uso de esas cantidades”.
“En 2010 las instituciones han invertido varias decenas de millones de euros entre la Ley de Desarrollo Rural, el Plan de Convergencia Interior, los fondos MINER, el Plan de carreteras o la agenda para la población, aunque ésta última poco porque la Junta no la ha dotado presupuestariamente. Todas estas iniciativas son diferentes pero todas son lo mismo: inversiones públicas para fomentar el crecimiento económico y la creación de empleo. Y a mí me parece increíble que en pleno siglo XXI todas ellas no estén interconectadas”.
Por todo ello, el adversario de Juan Vicente Herrera en la cita del 22-M señaló como uno de los puntos fuertes de su programa electoral será “una nueva reordenación del territorio de forma consensuada” con los ayuntamientos, grupos de acción local, empresarios, sindicatos y resto de partidos para que todos estos instrumentos estén conectados entre sí, evitando que cada administración haga inversiones que puedan estar incluso enfrentadas a las de otra institución”. Además insistió en la importancia de la ordenación del territorio para el crecimiento económico. “Hay que hacer un mapa de la comunidad para reordenar los servicios y las infraestructuras porque Castilla y León tiene problemas de dispersión poblacional y de despoblación”, concluyó.
En este sentido, y aunque no quiso centrar su intervención en el desayuno informativo en el Fórum Europa, en cuestionar la gestión del presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, en los últimos diez años, el candidato socialista a la Presidencia de la comunidad sí que hizo hincapié en lo que considera que es la “principal crítica” que se puede hacer a la Junta: que no ha hecho comunidad. “La comunidad se ha empequeñecido”, destacó López y no sólo porque haya perdido población. Sino también porque se está produciendo cierto nivel de “desafección” hacia el gobierno regional. Una desafección que no sólo se detecta en León que, “además de tener una realidad singular”, ha sufrido “años de abandono”, sino que también empieza a darse en provincias como Segovia y Ávila, que prefieren mirar a Madrid o Soria que opta por hacer lo propio con Aragón.
El líder de los socialistas castellanoleoneses reiteró también que si gana las elecciones autonómicas del próximo 22 de mayo gobernará desde la “eficiencia, la austeridad –reduciendo el número de consejerías de 12 a 7- y la racionalidad”, pero también desde el “consenso” porque la región “ha avanzado más cuando éste se ha producido”. “Los socialistas hemos propuesto el consenso desde la oposición y lo buscaremos aún más desde el gobierno de Castilla y León”, señaló López, que estuvo arropado en Madrid por el presidente del Congreso, José Bono, y cuatro ministros.
“Nuestra tierra siempre ha sido fértil, pero puede ser más rica, más fecunda y más productiva si empezamos a hacer las cosas de otra manera. Castilla y León no puede estacarse; necesita avanzar”, subrayó el también secretario general del PSCyl, que considera para lograrlo la comunidad necesita un “cambio de rumbo”. “No hay que dejar que los problemas crezcan porque si no cambiamos el futuro el futuro nos cambiará a nosotros”, concluyó.
Para construir ese futuro, Óscar López insistió en la necesidad de tener un “espíritu positivo”. Por todo ello, prefirió no referirse a los problemas estructurales que tiene la comunidad como la despoblación, el éxodo de jóvenes, el envejecimiento o la dispersión geográfica” para centrarse en las fortalezas de una comunidad que pretende se convierta en un “lugar desde el que se pueda emprender y al que miren las empresas de fuera”. Por último, el líder de los socialistas castellanoleoneses apostó por defender la agricultura y la ganadería para que “los productores de alimentos tengan garantizados precios justos” y por la puesta en marcha de una “verdadera política industrial”, que refuerce sectores como el automovilístico, el energético y el turístico para que no les ocurra como “al textil o al azucarero o como ocurriría con el carbón si siguiéramos las políticas del PP”.