La Diócesis de Segovia hace un llamamiento a los segovianos para ensayar el Villancico a San Frutos de cara a la celebración del patrón de la ciudad el próximo 25 de octubre.
El «Villancico de San Frutos» se interpretará en la S.I. Catedral, en su solemnidad, el próximo día 25 de octubre, a las 12 horas. En esta ocasión, informa la Diócesis de Segovia, estará dirigido por Cristina Ortiz Monreal.
Ensayos
Los ensayos tendrán lugar en el trascoro de la Catedral, a las 19.30 horas, los días 20, 22, 23 y 24 de octubre.
«Están invitados todos aquellos cantores y músicos que quieran participar en esta tradición en honor al patrón de la Diócesis», señala.
Letra del Villancico a San Frutos
Al siervo bueno y fiel,
que rogando sin cesar,
consigue bienes eternos,
de la infinita Bondad.
Al que es gloria de esta Iglesia,
Patrono de esta Ciudad,
común padre de la patria,
y socorro universal.
Bendigan todos y alaben,
su virtud angelical.
Los prodigios y milagros,
que ejecutó,
liberal,
en favor de sus devotos,
quién los podrá numerar.
El más Alto sacramento,
le presenta a un animal,
que postrado reconoce,
ser bocado celestial.
San Frutos, patrón de Segovia
La tradición cuenta que San Frutos «nació en Segovia en el año 642, en el seno de una importante familia acomodada que la leyenda hace descendiente de patricios romanos de enraizadas creencias religiosas.
Tras la prematura muerte de sus padres de origen patricio hubo de tomar la decisión repartir los cuantiosos bienes familiares entre los necesitados y alejarse de la ciudad en busca de soledad. Sus hermanos menores Valentín y Engracia le secundan en la idea y lo acompañan, eligiendo para su retiro un inhóspito paraje a las orillas del río Duratón, en el actual término municipal de Carrascal del Río. Primero se establecieron en cuevas naturales, y después en ermitas alejadas entre sí buscando satisfacer el deseo de soledad, penitencia y oración.
Falleció en la ermita de San Frutos a los 73 años de edad, y fue enterrado en ella por sus hermanos; ellos se retiraron al municipio de Caballar, donde continuaron su vida solitaria en la ermita de san Zoilo hasta morir decapitados a manos de los sarracenos.
Los restos mortales de san Frutos fueron trasladados junto con los de sus dos hermanos en el siglo XI a la antigua catedral de Segovia, por orden del Obispo de Segovia Pedro de Agén, y con el tiempo desaparecieron por el templo hasta que Juan Arias Dávila (1436-1497), durante su gobierno de la diócesis como obispo de Segovia, ordenó su búsqueda teniendo en cuenta la tradición que aseguraba estaban enterrados en alguna parte del templo. Actualmente sus restos, se encuentran en el trascoro de la Catedral de Segovia, en una urna. Los restos de san Valentín y santa Engracia, se siguen venerando como reliquias, y se encuentran en la localidad de Caballar, donde se celebra la festividad de «Las Mojadas».
Su festividad se celebra el 25 de Octubre. Los actos transcurren en el interior de la catedral de Segovia, en el trascoro donde se encuentran sus restos y allí se interpreta el solemne Villancico en honor a san Frutos, a las 12 del mediodía, compuesto por Antonio Hidalgo en el año 1874«.
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