El turismo rural de Castilla y León siguió viviendo el pasado mes de mayo los efectos de la pandemia por el COVID-19, con una caída en el número de pernoctaciones de un 97,3 por ciento, quedándose en 3.887 frente a las 142.222 del año pasado en el mismo mes, una situación casi idéntica a la registrada a nivel nacional, con un descenso del 95,7 por ciento hasta las 36.494 pernoctaciones, según recoge la Encuesta de Ocupación en Alojamientos Turísticos Extrahoteleros publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y recogida por Ical.
Según estos datos, la situación fue similar en el caso del número de viajeros, que se desplomó en un 99 por ciento hasta quedarse en Castilla y León en solo 450 frente a los 73.615 de un año antes. A nivel nacional, descendió un 97,8 por ciento hasta los 8.088 viajeros frente a los 367.754 del año pasado.
Las pernoctaciones en alojamientos de turismo rural presentan un descenso anual del 95,7 por ciento en mayo. En los alojamientos de turismo rural se ocupan el 6,3 por ciento de las plazas, un 59,9 por ciento menos que en mayo de 2019. El grado de ocupación en fin de semana se sitúa en el 7,8 por ciento, con una disminución anual del 72,6 por ciento. La estancia media en los establecimientos de la Comunidad se situó en los 8,64 días, mientras que la media nacional se elevó hasta los 95,17.
Por otra parte, el número de establecimientos en Castilla y León fue de 163, con una oferta de plazas de 1.291, en los que trabajan 462 personas. El grado de ocupación por plaza fue del 9,71 por ciento, mientras que los fines de semana descendió hasta el 8.49 por ciento. A nivel nacional, los 2.103 establecimientos ofertaron más de 18.644 plazas y emplearon a 4.496 personas. En este caso, la ocupación media fue del 6,31 por ciento y los fines de semana del 7.78 por ciento.
Por provincias, el INE no ofrece en esta ocasión el dato provincial y apostilla que se trata de datos protegidos por secreto estadístico, además de que informa de que, debido a diferentes actualizaciones en los directorios de establecimientos los datos “no son directamente comparables con los datos de otros años”.