Los empresarios de Castilla y León aseguran, por primera vez desde el inicio de la crisis, que sus empresas “han entrado en una fase de recuperación sostenida”, aunque entienden que la Comunidad “no ha salido de la recesión y se encuentra en una etapa de desaceleración sostenida”. Así se extrae del Indicador ForoBurgos 100 correspondiente al primer trimestre de 2010, elaborado por octava vez a partir de encuestas realizadas a un centenar de empresarios de Castilla y León.

Los encuestados afirman que la situación actual de la región es peor que la del trimestre anterior, aunque sus respuestas, más optimistas que en el segundo y tercer trimestre, permiten pronosticar “la entrada en la fase de la recuperación en los próximos meses”.

Esta conclusión abunda en las expectativas de mejora manifestadas en el trimestre anterior, en el que los entrevistados ya advertían que la crisis de sus empresas había tocado fondo, según señala un comunicado. Aún así, esta consideración se debe tomar “con cautela”, debido a que sólo indica que la situación es mejor que la de hace seis meses, justo cuando la economía regional se encontraba en la fase más aguda de la recesión.

Respecto a la situación actual, este estudio, revela además que por primera vez los entrevistados piensan que la actividad de sus empresas es mejor que la de hace seis meses. Además, en este trimestre los empresarios también se mostraron menos pesimistas respecto al crédito y al empleo.

En cuanto a la situación esperada, según las respuestas de los empresarios, cada vez son más los que consideran que la situación de la coyuntura empresarial mejorará dentro de seis meses. En concreto, los encuestados se muestran optimistas respecto a la actividad y el nivel de existencias de las empresas. Sin embargo, todavía opinan que el empleo en la región continuará “igual”.

Las estrategias utilizadas por las empresas de Castilla y León para hacer frente a la crisis crediticia siguen centrándose en la renegociación de las líneas de crédito (55,2 por ciento), aunque han aumentado los empresarios que se decantan por la colocación de pagarés (24,1 por ciento) y los avales como fuentes de financiación (17,2% por ciento). En cuanto al estancamiento de la demanda, pierden protagonismo los ajustes en producción, empleo y precios, y aumenta la opción exportadora. En concreto, el 38,7 por ciento de las empresas busca oportunidades de negocio en los mercados exteriores.

 La percepción de los empresarios expresadas en la encuesta, “casa” con la evolución de los últimos datos regionales, como el IPI o las ventas minoristas, que empiezan a mostrar signos de revitalización. De hecho, los datos a de Contabilidad Regional de España muestran que la región sufrió en 2009 una corrección “menos severa” que la del conjunto de España (-3,4 por ciento frente a -3,6 por ciento del promedio nacional).

Las previsiones para 2010 apuntan nuevamente a un mejor comportamiento relativo, derivado del menor peso de la construcción en la estructura productiva regional y del menor apalancamiento de sus hogares y empresas, divergencias respecto a la media regional que “están permitiendo menores descensos del empleo, el consumo, y la inversión”.

Adicionalmente, la recuperación de los sectores exportadores de la Comunidad ante la mejora de los mercados europeos, “harán posible” una recuperación “algo más intensa” que la que se registrará en el conjunto de España en los próximos trimestres. Estas previsiones coinciden con el “moderado optimismo” manifestado por los encuestados acerca de la situación empresarial, enmarcada por primera vez en el cuadrante de “recuperación sostenida”.

El valor absoluto de los saldos sigue siendo muy pequeño por los que deberá afianzarse en próximos trimestres para confirmar una verdadera recuperación. No obstante, el aumento de la proporción de respuestas positivas, “permite albergar esperanzas sobre la consistencia de dicha reactivación”.

En cualquier caso, las mismas fuentes aseguran que “lo más crudo de la recesión parece haber quedado atrás para las empresas de Castilla y León, que en su apuesta por salir de la crisis están viendo en los mercados exteriores una vía para incrementar su negocio”. De consolidarse esta tendencia, la crisis “podría haber impulsado la tan necesaria apuesta por la internacionalización de las empresas de la región, lo cual supondría una importante transformación cualitativa de su tejido empresarial”.

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