Las denuncias impuestas por los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil han caído en la Comunidad un 17,49 por ciento debido a los estrictos protocolos sanitarios anticovid que deben seguir los guardias a la hora de realizar controles, así como por el desplome del tráfico provocado por el confinamiento.
El pasado año la Guardia Civil tramitó 163.473 denuncias en la carreteras de Castilla y León, frente las 198.138 de 2019, según datos del Sector de Tráfico de Castilla y León a los que ha tenido acceso Ical.
El exceso de velocidad se mantiene como la principal infracción y el año pasado representó el 49,46 por ciento de las denuncias (86.636). En segundo, pero a mucha distancia, aparecen las multas impuestas por circular con la ITV caducada, que representaron el 8,72 por ciento (14.267), por delante del uso del teléfono móvil, con el 4,48 por ciento (7.327), y la no utilización del cinturón de seguridad, con el 4,45 por ciento (7.281).
El uso de neumáticos en mal estado representó el 2,1 por ciento de las denuncias (3.451); las deficiencias o la mala utilizaicón de los sistemas de señalización o alumbrado fue el motivo del 2,03 por ciento (3.319) de las multas, y los positivos en los controles de alcoholemia representaron 1,38 por ciento (2.258) de las sanciones administrativas. Además, también se tramitaron 354 sanciones por no utilizar de forma adecuada los sistemas de retención infantil, 80 por no utilizar el casco y 58 por negarse a someterse a un control de alcoholemia.
El teniente coronel Francisco González Iturralde, jefe del Sector de Tráfico de la Guardia Civil en Castilla y León, explicó que aunque el número de controles se ha mantenido, los protocolos de seguridad establecidos para evitar la expansión del COVID-19 están provocando que el número de conductores controlados se reduzca considerablemente.
En este sentido, explicó que además de evitar cualquier contacto cercano, la revisión de la documentación también requiere un procedimiento especial, dado que se solicita al conductor que la deposite en el capó del vehículo para que los agentes, sin tocarla, puedan revisarla. No obstante, aunque matiza que este protocolo es el habitual, muchas veces se complica debido a factores como la lluvia, el viento, los accidentes o casos en los que los conductores se ponen nerviosos y necesitan ayuda.
Además, González Iturralde también explicó que para que sea más efectiva la faceta preventiva de las sanciones, la Guardia Civil mantiene la política de procurar notificar todas las que sea posible ‘in situ’ a los conductores, incluidas las que se realizan con radares fijos o dinámicos, mecanismo que evita que el número de multas sea mayor.
Además, el jefe del Sector de Tráfico, recalcó que el confinamiento y estado de alarma provocó el pasado año un importe descenso del tráfico. Según los datos de la DGT, la caída de los desplazamientos de largo recorrido fue 26 por ciento en la Comunidad, descenso que los fines de semana alcanzó el 37,1 por ciento. Además, los mayores descensos en movilidad del año correspondieron con los meses de abril y mayo, con caídas del 79 por ciento, y 65 por ciento, respectivamente.
Provincias
Por provincias, en todas se registra un descenso en el número de denuncias, destacando la caída del 32,98 por ciento de Zamora, que pasa de 10.203 a 6.838, y de León, con un retroceso del 28,98 por ciento, hasta las 32.038. Por el contrario, el menor descenso se produce en Segovia, un 9,63 por ciento (20.980 denuncias), seguida de Valladolid, con un 10,80 por ciento (26.856) y Salamanca, con un 12,12 por ciento (18.989). En la provincia de Burgos, la provincia que más sanciones suma, la caída fue del 18,11 por ciento (32.038); en Ávila del 19,14 por ciento (11.471), en Palencia del 16,97 por ciento (10.13) y en Soria del 16,52 por ciento (16.726).
Delitos
Además de las denuncias, durante el pasado año el Sector de Tráfico también detuvo o investigó a a 1.403 conductores por delitos relacionados con la seguridad del tráfico. Aunque la conducción bajo los efectos del alcohol continúa siendo la primera causa de este tipo de delitos y suponen casi la mitad de los mismos, con 681 -48,53 por ciento-, cada vez son más las personas investigados por conducir sin carné, por no tener el permiso en vigor o por hacerlo sin haber obtenido nunca el mismo. Así, el pasado año se investigó por este delito a 599 conductores, lo que supone el 42,6 por ciento del total de los delitos contra la Seguridad Vial.
De estos 599 investigados, 329 fueron por conducir habiendo perdido todos los puntos del permiso, 192 por manejar un vehículo sin haber obtenido nunca el carné; 62 por hacerlo después de haberlo perdido cautelarmente por una sentencia judicial y en 16 casos se trataba de personas que fueron sorprendidas conduciendo a pesar de haber sido privadas definitivamente de la licencia por decisión judicial.
Además, se abrieron 31 expedientes a conductores que se negaron a someterse a la prueba de alcoholemia; 20 por exceso de velocidad, el mismo número por conducción temeraria, 16 por positivos en controles de drogas, 11 por dobles positivos en drogas y alcohol y también once por delito de conducción temeraria con manifiesto desprecio por la vida de los demás y seis por delito de grave riesgo para circulación.