Durante los días 24, 25 y 26 de julio, la improvisación y las melodías cargadas de sentimiento serán las protagonistas en el Real Sitio de San Ildefonso con motivo de la novena edición del Festival La GranJazz. En un escenario único, la Puerta de la Reina, el público podrá disfrutar de actuaciones gratuitas de Jazz, entre las que este año destaca el artista Ernie Watts Quarter, una de las grandes figuras de la escena jazzística internacional.

José Luis Gutiérrez, músico y Director Artístico de La GranJazz, reconocido por sus originales melodías al saxofón,  nos acerca las novedades que nos presentará el Festival en esta edición.

– ¿Cómo afrontáis desde la organización esta novena edición del Festival?

La afrontamos como todos los años, con muchísima ilusión y con todas las ganas de ofrecer en La Granja la mejor programación posible dentro de nuestras posibilidades.

 

– ¿Qué sorpresas le esperan al público que acuda a los espectáculos?

El Festival en todas sus ediciones ha sido muy variado, muy heterogéneo, hemos contado con muchas tendencias jazzísticas; tan pronto hemos contado con jazz clásico, como con jazz moderno, jazz experimental, blues… El Ayuntamiento de La Granja me anima cada año a que presente un proyecto diferente. Con este cariño que me ofrecen tengo ilusiones renovadas y siempre presentamos algo distinto que interese a todo el público, desde los más pequeños hasta los más mayores.

El primer día abriremos con un grupo que tiene una gran capacidad de comunicación, “Cosmosoul”. Hacen una espectacular unión de las músicas modernas de hoy en día: Soul Jazz y Funk con la música del Grove. Sus cinco componentes son de países distintos, lo que aporta esa riqueza multicultural que siempre ha estado en el mundo del jazz.

Por mi parte, el martes 25 presentaré un concierto que se llama “Blues People” en el cual voy a ofrecer muchas canciones que he escrito con letra, en las que haré una especie de recorrido por el mundo del Blues. Las canciones son muy blancas, participativas, frescas y muy veraniegas. Con este espectáculo los niños disfrutarán mucho y confío en que los mayores también.

Por último, contaremos con la actuación de Ernie Watts, una de las grandes figuras de la escena jazzística internacional. Considerado una de las leyendas vivas de este género y ganador de dos Grammys, será el artista más reconocido a nivel internacional que ha pasado por el Festival a lo largo de estos nueve años.

 

– ¿Qué es más difícil para ti, el papel de artista o el de organizador?

Qué pregunta más difícil… Las dos cosas son obras de arte, pero claro, yo sobre todo soy músico, soy artista más que programador.

El papel de organizador es muy difícil, puede ser porque siento la programación como propia, me han hecho sentirla así, e intento que las cosas sean posibles sea como sea, aunque tenga que quitarme parte de mi presupuesto para poder contar con los mejores. Cada año estamos trayendo a artistas que van cumpliendo las expectativas y año tras año el público se está acostumbrado a ir a la Puerta de la Reina, al aire libre, de manera gratuita, a disfrutar de la buena música.

Artísticamente es donde ya está el reto absoluto, es donde pones en funcionamiento todo aquello para lo que te has estado preparando, que te ha ilusionado durante toda tu vida, el momento de la verdad, el momento en el que coges tu instrumento y te subes al escenario. Un lugar sagrado, un altar… tienes que empezar a crear emociones, sensaciones, ambientes… y que la gente sienta, perciba ese sentimiento, esa sensibilidad.

 

– ¿Qué tiene el Jazz que no tienen otros géneros musicales? ¿Qué lo distingue? ¿Qué lo hace único?

Esa es una de las preguntas que más difícil respuesta tiene en el mundo de la música, porque es tan grande y engloba tantas cosas, que a lo largo de la historia nadie ha sido capaz de definirlo, incluso los más grandes. El jazz para mí, después de pensar mucho tiempo en ello, es improvisación. Si no la tiene, si no eres capaz de transmitir con la música lo que estás viviendo, lo que estás sintiendo en ese momento, entonces no estás improvisando, no estás teniendo la esencia del jazz. La improvisación es una música que nace y muere en el mismo momento en el que se está ejecutando, es la grandeza que tiene para mí el jazz.

 

– El Festival ha adquirido un gran peso con el paso de los años ¿Cómo se consigue afianzar un Festival de estas características?

Las condiciones que ofrece La Granja despiertan la imaginación y la ilusión de hacer cosas bonitas. El entorno natural que tiene, su Palacio, su Real Fábrica de Cristales…  Yo tengo la teoría de que todo eso se impregna en la gente y hace que sucedan cosas especiales. Cuando vives rodeado de belleza, absorbes de alguna manera esa esencia. Lo que ha sucedido en La Granja con el jazz ha sido un poquito eso, que independientemente de los poquitos recursos de los que disponemos, hay mucha ilusión y muchas ganas de hacer cosas bonitas, y eso por eso se hacen los esfuerzos necesarios para que se pueda llevar a cabo este proyecto. También encuentro mucho apoyo en la Administración, en el Ayuntamiento, mucha compresión. Y no me canso de decir lo bien que me siento aquí, la gran virtud de tener la oportunidad de que  se celebre este Festival aquí.

 

– El escenario del Festival, la Puerta de la Reina…

El escenario es maravilloso, tener un fondo como la Puerta de la Reina es impresionante. Como artista, estando en ese escenario, mirando al público, puedes ver detrás la iglesia de Los Dolores  con la sierra al fondo, a su derecha el parador… es un escenario único. Los artistas que actuamos en ese espacio somos unos privilegiados y, si me apuras, la gente como público también. Poder ir, sentir esa sensación y además de forma gratuita.

Tengo que destacar que a pesar de que los conciertos son al aire libre, sin entrada, lo que significa que la gente pasea por la calle y simplemente se sienta, el espacio se convierte en un espacio muy íntimo y acogedor con la ayuda del público, que es muy respetuoso.

 

–  ¿Que filosofía se tiene a la hora de realizar la programación?

Siempre buscamos grupos cuya propuesta artística nos interese. La dificultad es hacer que puedan estar con nosotros en las fechas y en las posibilidades económicas que tenemos.

A mí de joven me costó mucho entrar en algún teatro para que me dieran una oportunidad, pero hubo un momento en el que alguien me la dio hace ya más de 25 años. Esta oportunidad me sirvió para entrar en una buena programación. Después de ésto tuve la oportunidad de ir a San Sebastián y grabar un disco, del que salieron unas críticas formidables y así empezó todo.

Lo que quiero decir es que es muy importante dar oportunidades a la gente y es algo que se lleva a cabo en el programa de La GranJazz. En ellos se ha dado la oportunidad a que algunos artistas jóvenes puedan subir al escenario de un gran Festival, algo que tengo como una obligación moral, sin dejar de lado a los mejores intérpretes a nivel nacional e internacional.

 

– ¿Qué retos se plantea el Festival de Jazz en el futuro?

El reto del Festival pasa por continuar trayendo grupos interesantes y de prestigio. A nivel de organización sí que es verdad que necesitamos un poquito más de relajación a nivel de presupuesto económico, sobre todo en lo referente al “backline”. Elementos de producción que solucionamos, pero que acaban siendo como una pequeña piedrecita en el zapato, por lo que entra en juego alguna forma de financiación que nos permita mantenernos a gusto, para que lo que vayamos haciendo se estabilice.