Llegan días en los que los restaurantes abren sus puertas a las cenas de empresas pero en una época de crisis económica como la que vivimos, los empresarios se lo han pensado más a la hora de pagar la cena a sus empleados. Eso se nota sobre todo en los libros de reserva, con huecos hasta el mismo día elegido para dicho detalle. En cambio, se está dando el caso de que muchas de las empresas pagan ‘a escote’ sus cenas por lo que solicitan menús más ajustados de precio porque en cualquier caso lo que se pretende es la reunión de los empleados y los jefes entorno a la mesa días antes de las vacaciones de Navidad y por tanto del cambio de año.
25 euros por persona es el precio más buscado. Lo dice la Federación Española de Hostelería y Restauración , quien asegura que se buscan precios más ajustados. Aún así, prevé que sus ingresos caigan un nueve por ciento y por tanto caerán los ingresos.
Dicen en el sector que con crisis o sin crisis hay que seguir viviendo y que la fiesta, aunque sea en un tono menor debe seguir teniendo lugar.
La crisis también golpea al aguinaldo
La recesión económica recorta también la demanda de cestas y lotes navideños, un sector que seguramente de empleo directo a miles de personas en nuestro país.
Se entiende por aguinaldo, el regalo especial que se entrega a los trabajadores, monetario o en especie. Este detalle, tan ligado a la Navidad que celebraremos en apenas 15 días, puede convertirse en una «especie» en vías de extinción en vista de la fuerte crisis que sufre el sector que elabora cestas y lotes. El 25% de los que se distribuyen en España se elabora en Alicante.
La decisión del Parlamento -Congreso y Senado- de anular este año la partida de 400.000 euros destinada a los regalos de diputados, senadores y trabajadores de las Cámaras Alta y Baja ha terminado por minar la moral de las empresas encargadas de elaborar todos los años los lotes y cestas que Administración -autonómica, provincial y local-, empresas, clubs deportivos e instituciones regalan a empleados, colaboradores y amigos. El gesto de las Cortes contribuyó así a ahondar aún más en la crisis económica.