El pasado viernes 4 de octubre se celebró en la Universidad del Algarve (Portugal) el Seminario de Investigación Internacional “El paisaje y el agua en la Península Ibérica: una perspectiva histórica». A él acudieron como conferenciantes los biólogos segovianos Mar Pinillos Rodríguez y David Martín Carretero con la ponencia “Caceras y comunidades de aguas en la vertiente norte de la Sierra de Guadarrama”, en la que expusieron la importancia natural, cultural e histórica de estas conducciones que llevan estudiando desde hace quince años.

En la ponencia resaltaron la singularidad de las llamadas Juntas del Agua, pequeños tribunales de aguas que gestionaban (y en algún caso siguen haciéndolo) la relación entre las distintas poblaciones beneficiarias. A los asistentes les llamó mucho la atención el mantenimiento de costumbres tan antiguas como el Día de la Cacera Mayor en la cacera del Cambrones, el Día de la Creazón en la cacera de San Medel o la limpieza de la cacera de los arroyos Truchas y Pinar en Torre Val y Valle de San Pedro. Otro aspecto en el que los biólogos incidieron en su intervención fue en la importancia ambiental de las caceras para mantener muchos de los ecosistemas del piedemonte de la Sierra de Guadarrama que por su singularidad y conservación han sido declarados Parque Natural. Entre ellos destacar las fresnedas adehesadas, los prados de regadío (linares), las antiguas pozas de “cocer” el lino como lugar de reproducción de anfibios, sin obviar la riqueza que generan a su paso las caceras por la filtración del agua en sus márgenes: “Son auténticos corredores ecológicos”- afirman tajantemente Pinillos y Martín.

Además de esta ponencia, Pinillos y Martín trasladaron a la biblioteca de la Universidad del Algarve la exposición “Gotas de recuerdos: caceras históricas, origen de vida” financiada por el Aula de Cultura Hontanar y de la que son coordinadores y autores. En ella se exponen imágenes sobre 12 de las 25 caceras que llevan estudiadas a lo largo de estos años. La exposición estará en la biblioteca del campus de Gambelas hasta el próximo 31 de octubre. “Para nosotros es un enorme orgullo llevar la cultura del agua de nuestra tierra más allá de las fronteras provinciales y nacionales” comenta Martín.

Las caceras y el trabajo de estos biólogos segovianos están llamando la atención de diversos grupos de investigación de distintas universidades. “Hay un gran interés por el mundo académico en conocer estos sistemas tradicionales de trasporte y distribución de agua, de hecho en el mes de diciembre saldrá a la luz un libro internacional en

inglés, con el sello de Springer, una de las editoriales científicas más importantes, titulado “La historia del manejo del agua en la Península Ibérica” en el que hemos participado con un capítulo sobre las caceras segovianas”, comenta Pinillos.
A pesar de no contar con ayudas económicas, tan sólo lo que obtienen de la venta de su libro “Ecos del agua en la Sierra de Guadarrama”, han logrado ya obtener información escrita y oral sobre 25 sistemas de regadío tradicional en 55 poblaciones. Su método de estudio es mediante entrevistas a las personas de mayor edad de los pueblos sobre los manejos del agua, el gobierno, el conocimiento ecológico tradicional y usos del territorio, la visita a archivos y recorridos a pie para conocer el trazado e inventariar los elementos del patrimonio natural y cultural. No obstante, han tenido que parar de momento sus investigaciones por la falta de fondos en un momento en el que iban a comenzar el estudio sobre el cultivo tradicional del cáñamo. “A lo largo de estos años hemos recogido bastante información de las últimas personas que cultivaron el lino de forma tradicional y ahora se nos había presentado la oportunidad de investigar sobre el cáñamo, la otra planta textil que se utilizó en nuestra provincia y que también necesitaba de riego. Es una lástima que todo este conocimiento se esté perdiendo por no tener otra vía de financiación y la falta de apoyo económico. La mayor parte de nuestros entrevistados ha superado los 80 años y esa información se está perdiendo a pasos agigantados”, comenta Martín.
A pesar de estas dificultades son medianamente optimistas sobre el futuro de su trabajo. De hecho han conseguido que cuatro universidades (tres españolas y una portuguesa) elaboren unas cartas de apoyo a su proyecto de recuperación de saberes tradicionales. “Estamos muy contentos de estos apoyos, pues son personas que llevan estudiando estos sistemas en otros puntos del país, de Europa y el Norte de África y que se hayan fijado en este proyecto nacido fuera del mundo académico te eleva la moral. Esperamos que con estas cartas de apoyo, las instituciones y entidades que pueden ayudar a que este proyecto continúe, se animen a hacerlo”.