Una túnica corta abotonada, una túnica larga y un fragmento completan la indumentaria medieval perteneciente al infante Pedro Enríquez (siglo XIV), que ha sido recuperada gracias a la intervención de carácter multidisciplinar del Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Castilla y León.
Todas las piezas fueron halladas en el sepulcro del infante Don Pedro, durante los trabajos de restauración de la Sala de Santa Catalina de la Catedral de Segovia.
El traje fue recuperado debido al valor patrimonial de las piezas y a la experiencia del centro en la conservación y restauración de tejidos medievales de Castilla y León, con más de 30 años dedicado a la conservación del Patrimonio Cultural de la Comunidad.
El objetivo de la misma era la conservación de los tejidos de seda, su recuperación formal y estética. Los tratamientos aplicados a las a las tres piezas, que presentaban distintos estados de conservación, han sido inocuos y reversibles.
En un primer momento y tras el ingreso de las piezas en el Centro, se inició una fase de estudio y reconocimiento de las mismas, así como el análisis de sus materiales en el laboratorio. Paralelamente, se encargó el estudio del momento histórico en el que vivió el infante Don Pedro.
Posteriormente, una vez identificadas y cartografiadas todas las patologías en cada una de las piezas, se iniciaron los tratamientos para la regeneración de la flexibilidad de las fibras mediante limpieza mecánica por microaspiración y limpiezas en húmedo, igualmente se eliminaron deformaciones, arrugas y se alinearon las fibras mediante vapor por ultrasonidos.
Para la consolidación, fijación de los elementos y reintegración volumétrica se aportó un segundo soporte en el caso de las túnicas que favorece la conservación, exposición y el entendimiento de las mismas. Para la consolidación del fragmento, se ha realizado mediante encapsulado, entre un soporte secundario y un monofilamento. La confección de embalaje y de soportes para cada una de las piezas, ha formado parte de la intervención, ya que constituye en sí misma una garantía para su preservación.
Los trabajos de restauración han garantizado la recuperación y preservación de estos tejidos medievales singulares por sus técnicas constructivas de confección del tejido y sus motivos decorativos.