La Universidad de Valladolid no se marca fechas para llegar a las clases presenciales, porque lo importante «es hacer el recorrido bien y lograrlo». Así lo ha dicho este jueves el rector de la UVa, Antonio Largo, que ha apostado por «avanzar sin prisas, manteniendo los estándares de seguridad, sin relajar las medidas de prevención, hacia una presencialidad completa».

En el acto solemne de la inauguración del curso, Largo destacó la «presencialidad segura» del pasado curso, que en su opinión se desarrolló de manera «exitosa» al no producirse contagios de COVID-19 en los espacios docentes.

También el rector demandó reformas desde el mayor consenso y participación posibles para diseñar una carrera académica para el personal docente e investigador, que haga compatibles las dos vías, docente e investigadora, pero sobre todo que sea en su opinión «predecible y atractiva» para poder retener y captar talento. También pidió eliminar la tasa de reposición de efectivos y flexibilizar las limitaciones presupuestarias en materia de personal para que las universidades se puedan dotar de las plantillas necesarias tanto de PDI como de personal de administración y servicios.

Asimismo, consideró que debe coordinarse la legislación universitaria con la Ley de la Ciencia y aseguró que se necesita dar estabilidad plurianual a la financiación de las universidades, por supuesto con exigencia de eficiencia y transparencia en su gestión. «Sería deseable una flexibilidad y racionalización de la oferta académica para mejorar la formación que demandan los estudiantes y la sociedad», dijo. «Se necesita confiar en las universidades y dotarlas de las herramientas que requieren», añadió.

«Juntos, con la colaboración de toda la comunidad universitaria, estoy seguro de que el curso 2021-2022 será un curso positivo y de éxito», dijo. La lección inaugural corrió a cargo del doctor José Carlos Pastor Jimeno, catedrático de Oftalmología, bajó el título: ‘Quadraginta annis domus sapientiae’. Después se procedió a la entrega del Premio Consejo Social 2021 al doctor José María Eiros, catedrático de Microbiología. El acto se cerró con el discurso del rector, Antonio Largo Cabrerizo.

Traje

La apertura de curso es uno de los actos solemnes de la Universidad en el  que claustrales y autoridades académicas visten el traje académico, uno de los símbolos más consolidados del protocolo universitario, que se usa también en el acto de investidura de Doctor “Honoris Causa”, del Día del Doctor, el día de Santo Tomás de Aquino y la toma de posesión de rector.

El traje está formado por una toga de paño negro adornada en los puños con un encaje blanco o vuelillos, colocados en la bocamanga sobre un vivo de raso del color que identifica los estudios del doctorado que la lleva. Por encima se colocan una especie de esclavina de raso abotonada por delante, llamada muceta. En la cabeza, el birrete doctoral de forma octogonal, forrado de raso negro con los flecos y la borla del color distintivo. Por último, los guantes, blancos, reservado su uso exclusivo para los Doctores, al igual que la medalla doctoral, que colgará de un cordón del color que corresponda.

Precisamente el cordón de la medalla sirve para distinguir a las autoridades académicas del resto de doctores; por ejemplo, los decanos y directores llevan el cordón con el color correspondiente a su centro, cruzado con un hilo de color dorado; mientras que el de los vicerrectores y secretarios generales es de color negro, cruzado con hilo de plata.

En cuanto al traje del rector es todo negro, incluido el birrete, sólo conserva los vuelillos blancos en la toga. La medalla propia de su cargo, pende en joya de un cordón de oro, mientras el Bastón o Vara que porta, es de madera de jatoba, con empuñadura en plata grabados el escudo y el lema de la UVa (Sapientia Aedificavit sibi Domum); y un embellecedor del mismo metal del que cuelga un cordón en negro y oro rematado con dos bellotas.