La exposición temporal ‘Ars Mechanicae. Ingeniería Medieval en España’ ha recibido a 10.970 visitantes desde que fuera inaugurada en marzo en la Real Casa de la Moneda.

La muestra era un homenaje a las artes mecánicas durante la Edad Media, a las artes útiles y necesarias para el sustento del individuo y el progreso. La exposición ha reunido lo más esencial de la tecnología e ingeniería durante ese periodo de la historia en nuestro país y mostrado, en cinco áreas temáticas, muchas de las grandes obras de la ingeniería y construcción medievales con las innovaciones y avances experimentados en la época en otros campos de la técnica, tales como la energía hidráulica o eólica, o nuevas actividades industriales como la fabricación de papel.

El espectador ha podido contemplar y comprobar lo que ha supuesto, a lo largo de la historia, desde las ruedas hidráulicas, al astrolabio, pasando por la cartografía náutica, los molinos de agua o de viento, y la introducción del timón de codaste en las embarcaciones. Precisamente al tratarse de una exposición con un componente altamente educativo, muchos de los grupos interesados en conocerla han sido universitarios, ingenieros, arquitectos e historiadores, además de colegios e institutos. ‘Ars Mechanicae. Ingeniería Medieval en España’ es el resultado de la estrecha relación y la colaboración entre la Fundación Juanelo Turriano, el CEDEX a través del Centro de Estudios Históricos de Obras Públicas y Urbanismo, CEHOPU, y el Ayuntamiento de Segovia.

Como complemento, se ha editado un catálogo cuyos últimos ejemplares se encuentran a la venta en la tienda del museo de la Real Casa de Moneda.

Finalizada esta exposición, en estos momentos el área de Turismo prepara una nueva muestra que abrirá sus puertas el 11 de septiembre. A partir de esa fecha la protagonista será la escultura de Esther Pizarro, «Un jardín japonés». Las salas de la Ceca se convertirán en un espacio en el que a través de la naturaleza cargada de simbolismo, arte y tradición, invitará a la contemplación.

Foto: imagen de la inauguración de Ars Mechanicae el pasado marzo/Ical