La Gimnástica lo hizo casi todo bien ante el Villarrobledo, pero las eliminatorias las gana el que más goles marca, y la Segoviana adoleció de la pegada que evidenció durante la temporada. Agus Alonso, Dani Arribas y Mika se estrellaron una y otra vez con el guardameta visitante, Javi López, que demostró estar siempre bien colocado bajo palos, y con la determinación suficiente como para desbaratar el puñado de ocasiones con las que castigó el cuadro local al equipo manchego. La Segoviana pierde el tren del ascenso ante más de 3.000 espectadores en las gradas, pero la ovación final del respetable mandó a los pupilos de Manu González a la caseta después del pitido final con la sensación de que, al menos, lo habían dado todo sobre el césped.

La primera parte fue intensa, con ritmo y con un público enfervorecido que demanda fútbol, espectáculos deportivos de empaque ya que supo valorar el esfuerzo de sus jugadores. Enfrente, cerca de doscientos aficionados del Villarrobledo a los que solo se les escuchó cuando su equipo se puso por delante bien avanzado el partido.

La Segoviana se queda sin ascenso, está abocada a un año más a la Tercera y los 3.067 espectadores que llenaron la Albuera se marcharon tristes por la derrota y orgullosos por lo bien que los jugadores de la plantilla gimnástica les representaron sobre el municipal. Al menos queda eso.