La nueva y más extensa red de protección contra incendios del Alcázar de Segovia permitirá actuar en todo el perímetro del monumento y la plaza de la Reina Victoria Eugenia pero también facilitará “atacar desde arriba” cualquier suceso en los valles del Clamores y el Eresma, según avanzó hoy el alcaide del patronato del Alcázar, el coronel Alejandro Serrano. La próxima semana se llevará a cabo el cambio de fase en las obras remodelación de la plazuela de acceso, con una inversión que estará por encima de 1,7 millones de euros.

El coronel Serrano recordó que una de las razones de los retrasos acumulados en la primera fase de los trabajos fue la introducción de mejoras en la seguridad al proyecto original porque la coyuntura daba pie a ello para acometer la actualización de sus redes de telecomunicaciones, de vídeovigilancia, de protección contra incendios y la adecuación de la escalera entre la plazuela y el Postigo del Obispo, como vía de evacuación.

Para el patronato del Alcázar era fundamental que todo el recinto del monumento contara con “una red de hidrantes exterior” para dotarle de “un potente sistema de extinción de incendios”, partiendo de la red de columna secas y el aljibe de 106 metros cúbicos una serie de unas estructuras. “En el jardín de la Fruta se ha instalado un nuevo aljibe con una capacidad de 167 metros cúbicos”, detalló Alejandro Serrano. Además se ha colocado: una línea de hidrantes que rodeará la plazuela a modo de anillo; una línea de hibrantes que recorrerá el adarve sur del Alcázar, hasta el jardín Almohade, situado en la ‘proa’ de la fortaleza.

Asimismo una línea de estos dispositivos de salida de agua con acceso desde el Patio de Armas, que servirá como refuerzo al sistema de columnas secas, para los casos de emergencia en el interior del Alcázar, y por último, una tubería de conexión entre el aljibe existente y el nuevo, para que puedan actuar de forma conjunta como un único depósito.

El coronel Serrano detalló que están colocando los dispositivos necesarios para, en el futuro, “conectar la línea de hidrantes que finaliza en el jardín Almohade con la línea de la plazuela, a través del costado norte del edificio”. De esta forma se cerrará un anillo de estos dispositivos de salida de agua, para la conexión de mangueras, en todo el entorno del Alcázar para su seguridad y también para ponerlo a disposición de la ciudad. “Una vez que esté concluido todo el sistema de protección, desde arriba se podrá atacar cualquier incidencia que se pueda dar en los valles del Eresma y del Clamores con una mayor efectividad”, subrayó Serrano.

Las tuberías que se están instalando tienen una capacidad muy superior a la actual y, para “optimizar” las posibilidades del uso de la nueva instalación antiincendios, se sustituyó la acometida general del agua del Alcázar, pasando de un diámetro de 65 milímetros a 350 milímetros

Estilo neoclásico

El alcaide del Alcázar también hizo referencia a los trabajos acometidos, dentro de la primera fase, para la restauración y dignificación del entorno de la Casa de la Química, un edificio cuyas trazas se atribuyen a Sabatini y ejemplo muy notable del Neoclásico en la ciudad. Se acometió la restauración de las cuatro fachadas del inmueble, que acoge la zona de venta de entradas.

“Estos trabajos han estado marcados por una meteorología adversa durante el otoño, especialmente frío y húmedo”, expuso Serrano, lo que complicó el uso de los materiales como el mortero de cal, que no se puede aplicar cuando las temperaturas mínimas estén por debajo de los cinco grados ni en días lluviosos. Las obras de recuperación la zona central de la fachada principal, con su monumental portada neoclásica de piedra caliza, se pospone hasta que las temperaturas sean más propicias.

Inicio segunda fase

El coronel Serrano, que acompañó a los medios de comunicación a una visita detallada por las obras de la plaza, destacó que la próxima semana, entre el lunes y el miércoles, se ejecutará el cambio de fase del proyecto, cuya primera fase se inició en enero de 2019 y que se irá rematando mientras se inicia el grueso de la segunda fase. El patronato del Alcázar valoró que todas las actuaciones supondrán una inversión estará finalmente en más de 1,7 millones de euros. “Entre 1.500.000 y 1.750.000 euros”, detalló.

Al igual que en todos los meses anteriores, el Alcázar seguirá abierto al turismo. El acceso actual se cerrará y se ha creado un acceso provisional, con el desmontaje de un tramo de la verja de forja exterior, que volverá a colocarse una vez acaben las obras, que está previsto sea a finales del verano de este año.

La segunda fase de la remodelación de la plaza Reina Victoria Eugenia, según Serrano, correspondiente a la mitad norte, se prevé que sea más sencilla porque, al contrario que en la primera, apenas discurren redes de suministro de servicios y telecomunicaciones. El coronel sí quiso dejar claro que son “plenamente conscientes” de que es un entorno muy sensible, cuyo subsuelo debe de ser tratado con el mayor resto y con la metodología arqueológica adecuada que “lógicamente puede alargar los plazos de ejecución”.