La Junta de Castilla y León mantendrá durante las dos próximas semanas las medidas para frenar la incidencia de COVID-19 en la Comunidad, “sin incrementarlas ni relajarlas”, por lo que las actuales restricciones permanecerán en vigor, al menos, hasta el próximo 16 de agosto.
Así lo confirmó hoy, en la rueda de prensa posterior a la celebración del Consejo de Gobierno, el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, tras asegurar que la evolución de las cifras de incidencia acumulada en la Comunidad son “buenas”.
A pesar de ello, afirmó que se mantendrán las medidas restrictivas, justificando tal decisión en que la voluntad del Gobierno autonómico es “mantener el ritmo de descenso” de la incidencia y que esa caída sea “lo más rápida posible”.