La Junta formalizó hoy la extinción definitiva de la Cámara Agraria Provincial de Segovia con su publicación en el Boletín Oficial de Castilla y León. A propuesta de la Consejería de Agricultura, y previa deliberación del Consejo de Gobierno en su reunión del pasado 13 de febrero, el Gobierno autonómico da así luz verde a la desaparición de este organismo para proceder a la total liquidación de las relaciones jurídicas y de los bienes, derechos y obligaciones que integran su patrimonio. De ello se encargará una comisión liquidadora cuyas funciones, composición y régimen de funcionamiento se determinarán por orden de la propia Consejería que dirige Silvia Clemente.
La desaparición de la Cámara Agraria Provincial de Segovia era ya prácticamente un hecho desde que el pasado 10 de diciembre Asaja confirmó públicamente su renuncia a participar en la creación de una comisión gestora que asumiera las riendas de esta institución. Además, los miembros de la Alianza por la Unidad del Campo UPA-Coag tomaron idéntica decisión, también registrada ese mismo día en la propia Cámara.
Aunque el camino hacia una extinción que se perfilaba irreversible se había tomado ya meses antes: UCCL ganó con solvencia las elecciones del 2 de diciembre de 2012, pero apenas medio año después, el 11 de junio de 2013, dimitieron todos sus miembros, tanto los que tenían cargos de gobierno como aquellos que estaban llamados a sustituirles. En este contexto, la Junta, en cumplimiento de la Ley de Cámaras Agrarias de Castilla y León, acordó el 31 de octubre la disolución de los órganos de gobierno para designar una comisión gestora de entre los restantes miembros del Pleno, algo que no pudo llevar a cabo ante la citada renuncia de los representantes de Asaja y de la Alianza.
De hecho, el 10 de diciembre era la fecha para la que la Consejería había convocado la sesión constitutiva de la comisión gestora, pero ni siquiera llegó a celebrarse al no comparecer ninguno de los miembros designados, de ahí el inicio de los trámites para la disolución y extinción que ahora cobra forma.
Días después, los dirigentes provinciales de UCCL y Asaja coincidían en atribuir “el problema” de la Cámara Agraria segoviana al recorte de más de un 70 por ciento en el presupuesto anual que le dedicaba la Consejería de Agricultura y Ganadería (de 270.000 a 78.000 euros). El presidente de UCCL de Segovia y expresidente de la Cámara, Eduardo Herguedas, en declaraciones recogidas por Ical, apuntó que en este organismo se invirtió siempre todo su presupuesto en personal y oficinas. En esta línea, criticó que incluso que mientras “otras cámaras” de la región destinaban parte de su presupuesto a otras cuestiones como “ir a Bruselas”, la de Segovia invirtió en crear y reforzar su estructura, por lo que ahora ésta “era inviable con semejante recorte”.
Más patrimonio que deudas
UCCL había ganado las elecciones de diciembre de 2012 con holgura. Obtuvo 14 representantes, por ocho de Asaja y tres de la Alianza, pero la organización liderada por Herguedas tardó seis meses en renunciar a cualquier solución que no fuera la desaparición. Y la misma decisión adoptó Asaja al vislumbrar el papel que le habría tocado en caso de asumir el rumbo de una comisión gestora.
No obstante, el presidente provincial de esta última organización, Guzmán Bayón, matizaba en declaraciones recogidas por Ical que “la Cámara no está en bancarrota”, ya que “cuenta con un patrimonio, según su último balance, que supera claramente el millón de euros, mientras que sus deudas no alcanzarán ni la tercera parte, siendo la de naturaleza salarial la más importante”. La Cámara podrá pagar así todas sus deudas, pero su extinción es un hecho y el inicio del proceso de liquidación, inminente e irreversible.