La artista segoviana Sandra Arroyo de Lucas se da a conocer en el mundo del arte con su exposición ‘Primeriza’, abierta al público en la Casa Joven de Segovia durante todo el mes de marzo. Sandra, una joven de 29 años natal del municipio de Hontoria, estudió Bachillerato de Artes en la Casa de los Picos una puerta, asegura “a mil oportunidad, sensaciones y sentimientos”, en donde pudo exprimir su potencial artístico, encontrando la motivación en cada rincón.
De esta época recuerda “la suerte” de coincidir con artistas como Ángel Cristóbal, un pintor segoviano que ejerció de profesor y que “espero a terminar el curso con nosotros para jubilarse”. De todos ellos destaca la personalidad cercana, abierta de mente “que te permiten jugar con tu imaginación”. Sin embargo, el gusto por el arte le viene desde más pequeña, cuando recuerda haberse interesado por las obras que colgaban de las paredes de casa de sus abuelos, hechas a mano, con papel y carboncillo por su abuelo y su bisabuelo maternos. Así, recuerda que su primer contacto con el arte fue en el colegio, a través de la asignatura de plástica “que me valió para darme cuenta que lo que quería era esto”.
Una vez terminada la etapa de Bachillerato, decidió encaminarse por el mundo de la ilustración, haciendo un grado superior también en la Casa de los Picos, del que recuerda que “la ilustración es preciosa pero los programas de edición no me gustaban”, por lo que se centró en lo analógico. En ese momento, apoyada por su familia y amigos, llegó a encontrar en el arte sentimientos de tranquilidad “necesarios para crear”, además de facilidad para “transmitir lo que puedo llegar a sentir, que a veces con palabras no se expresar”. Para ello, usa de ejemplo su cuadro ‘tulipán’, en el que asegura que le transmite tranquilidad, ergonomía y estabilidad.
Exposición ‘Primeriza’
Tras cuatro años trabajando con motivación, surge su primera exposición, ‘Primeriza’, en la que la artista combina pintura de diferentes técnicas como la acuarela, lápiz o ceras manley quemadas, mezclando algunas de ellas “si el cuadro me pide más”. La muestra, que estará disponible hasta el 27 de marzo en la Casa Joven de Segovia, cuenta con un total de 28 cuadros distribuidos en cinco secciones diferentes que acogen distintas temáticas como pueden ser paisajes, retratos de artistas, animales o plantas. De la muestra, Sandra destaca la primera obra que el visitante puede apreciar al entrar en la sala, ‘Beso’, que intenta transmitir el primer contacto, acercamiento que, llevada a su primera exposición, significa “un primer contacto con la gente”.
Haciendo un repaso por la muestra, la segoviana explica que cada uno de estos cuadros “ha sido un momento de mi vida difícil”, en el que la artista ha volcado sus sentimientos de alegría, tristeza, motivación o decepción. En este sentido, destaca los cuadros más coloridos realizados tras la noticia de su exposición “algo que me produjo alegría y lo plasmé con tonos alegres”. Sin embargo, la muestra se compone en gran medida de cuadros en blanco y negro porque, tal y como asegura, “cuando tienes emociones negativas estás más inspirada”. Asimismo, Sandra también ha utilizado su gusto por la música para completar su muestra, haciendo retratos de sus cantantes favoritos, ya que considera que la música está ligada a la pintura y los sentimientos, “no puedo hacer arte sin música, es mi compañera para crear y que el cuadro y yo hablemos”.
Como segoviana, la provincia también está presente entre sus obras, con un “toque especial” reflejando la popularmente conocida ‘Mujer muerta’, una montaña perteneciente a la Sierra de Guadarrama que asemeja el cuerpo de una mujer tumbada “uno de mis favoritos”, porque asegura que, aunque parezca sencillo por los colores “lleva mucho trabajo y esfuerzo conseguir que un segoviano reconozca este paisaje”. Cierra la exposición un conjunto de cuadros entre los que resalta la entrada de una casa “refleja la casa en la que viví durante tres años” y que, al abandonar esta etapa pensó que “necesitaba esta entrada porque ha sido una época importante”, junto a unos pies al fondo de la ciudad semejando la soledad y la lejanía “que buscamos a propósito para ordenar los sentimientos y las emociones”.
En este sentido, se trata de una muestra que refleja un repaso por cada uno de los momentos de su vida. Por ello, y con el objetivo de hacer entender al visitante el porqué de cada una de sus obas y explicar con detalle lo que significan para ella, Sandra realizará el próximo 16 de marzo a las 18.00 horas una quedada con todos aquellos interesados en conocer en profundidad que esconde esta exposición, en la que ella misma será la encargada de exponer sus ideas y responder a todas las dudas que surjan en cuanto a técnica, material y resultado.