La incidencia del COVID-19 se dispara en Castilla y León hasta los 913,17 casos diagnosticados en 14 días por cada 100.000 habitantes, una cifra que casi cuadruplica el umbral de 250 que determina un riesgo “muy alto” y sitúa a la Comunidad en el nivel de alerta cuatro, el más elevado. Así lo reflejan los datos sobre coronavirus difundidos este lunes por la Consejería de Sanidad.
En ese sentido, Burgos con 1.157 casos de COVID-19 en dos semanas y Zamora, con 1.004,41 son las provincias con mayor impacto del coronavirus. También es muy alta la incidencia en Palencia, con 996,4; Salamanca, con 969,04 y Valladolid, con 984,9. A cierta distancia se encuentra la provincia leonesa con 791,3 casos, seguida de Ávila, con 731,41; Soria, con 636,31 y, por último, Segovia, con 504,15.
De la misma forma, la incidencia acumulada de casos diagnosticados en siete días, que refleja la tendencia de la epidemia, escala hasta los 449,63 en Castilla y León, cuando el límite que marca el riesgo muy alto son 125. En cuanto al colectivo de personas con más de 65 años, en las últimas dos semanas el indicador se sitúa en los 786,32 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que en una semana, se coloca en los 407,87 casos, muy por encima de los 150 y 75 que determina el umbral de máximo riesgo.
En cuanto a la positividad de las pruebas diagnósticas en la última semana, se observa un 21,09 por ciento en Castilla y León, equivalente a un riesgo “muy alto”, frente a un máximo en Burgos del 26,13 por ciento; en Zamora, del 23,43 por ciento, y en León, del 22,39 por ciento. Más baja es la positividad de las pruebas en Valladolid, con un 20,77 por ciento; en Salamanca, con un 20,14 por ciento; en Palencia, con un 18,49 por ciento, y en Ávila, con un 18,11 por ciento. Mejor comportamiento muestran en esta variable las provincias de Soria y Segovia, con un 12,58 y un 13,99 por ciento, que se colocan en riesgo “alto”.
La trazabilidad de los casos se sitúa en el 51,23 por ciento en la Comunidad. En este caso, el peor lugar es para Burgos, donde solo se conoce el origen del 28,49 por ciento, mientras en Soria, la identificación es posible en más del 82 por ciento, un porcentaje propio de la fase de “nueva normalidad”.
Le siguen Segovia, con un 78,02 por ciento; Ávila, con un 73,2 por ciento; Palencia, con un 69,76 por ciento, y Valladolid, con un 68,50 por ciento, por lo que las cuatro logran valores propios de una fase de riesgo “bajo”. Mayor riesgo se da en Zamora, con un 50,63 por ciento de los casos con trazabilidad y, sobre todo, en Salamanca, (44,64 por ciento) y León (32,61 por ciento).
La ocupación de unidades de hospitalización en la Comunidad alcanza el 26,44 por ciento, muy por encima del indicador de máximo riesgo (15 por ciento), si bien las cifras máximas se dan en Zamora (35,32 por ciento), Burgos (31,89 por ciento). Y Valladolid (30,56 por ciento), mientras la más baja se da en Segovia, con un 7,69 por ciento y en Soria con un 11,38 por ciento.
Finalmente, la ocupación de las unidades de cuidados intensivos es del 47,16 por ciento en Castilla y León si se tienen en cuenta las camas totales en funcionamiento ahora. Este porcentaje casi dobla el límite de riesgo “muy alto”, fijado en el 25 por ciento, y es especialmente preocupante en Ávila (61,11 por ciento), Palencia (57,50 por ciento) y Burgos (57,33 por ciento). El índice más baja se registra en Soria, con un 29,41 por ciento.