El sector de la hostelería se ahoga ante la subida generalizada de precios. Por ello, los hosteleros de Castilla y León convocaron, en la tarde de ayer, un apagón en los bares y restaurantes de distintas provincias para transmitir la dura situación a la que están haciendo frente.
Esta subida de precios, sobretodo en el gasto energético, podría suponer un incremento de 1.500 a 5.000 euros anuales en las tarifas mínimas.
El acto, que se celebró en todo el territorio nacional bajo la convocatoria de Hostelería de España, pretendió hacer ver la «gran problemática producida por la crisis energética«, para lo que en los próximos días se dará a conocer un análisis de cuánto se ha dejado de consumir durante los cinco minutos de apagón.
Además, el sector también aprovechó la convocatoria para trasladar una batería de medidas para hacer frente al incremento del gasto. Entre ella, se encuentra la revisión y modificación del sistema de cálculo de tarifas, poder aprobar bonos eléctricos con los remanentes de medidas COVID que quedaron sin aplicar al sector, la eliminación de peajes y la búsqueda de fórmulas de contratación adaptadas a la realidad del sector, entre otras.
Por ello, los hosteleros, que «intentan soportar el incremento de los costes», podrían llegar a ver cerrar las puertas de sus establecimientos, por lo que consideran que impulsar estas medidas urge al sector.
Por su parte, tanto Hotuse Segovia, como Festur, quisieron unirse a la convocatoria nacional. Y, establecimientos de Segovia se sumaron a este apagón, dejando completamente a oscuras bares y restaurantes a las 20:00 horas del día de ayer.