Es muy difícil jugar al fútbol cuando uno de los equipos en liza no quiere. El CD Mensajero se llevó un punto de Segovia defendiéndose con orden y disciplina, e incluso pudo llevarse los tres puntos si llega a aprovechar la única imprecisión de la defensa gimnástica en todo el partido. La Segoviana, por su parte, no tuvo su mejor jornada en lo ofensivo y faltó la clarividencia de otras tardes para terminar firmando un empate (0-0), que no dejó satisfechos a los de Ramsés Gil.
Se encontró Ramsés con el contratiempo de la lesión de Dani Segovia en el calentamiento, lo que a buen seguro alteró el plan de partido y obligó a Astray a repetir como hombre más adelantado. Por lo demás, Abel regresó al centro de la defensa acompañando a López y apoyado en las bandas por Hugo Marcos y Rubén. Manu y Llorente se encargaron de la zona ancha con Ivo más preocupado por atacar; Merencio y Borrego partiendo de las alas, más por fuera el primero y más por dentro el segundo; y Astray en punta. La mejor noticia estaba en el banquillo, con la presencia de Hugo Díaz, muchos meses después de su lesión de rodilla.
El Mensajero de Jose Uribe, por su parte, lo fiaba todo al balón parado y a los envíos en largo buscando a Edu, hombre más adelantado. El equipo canario llegó a Segovia con tres empates y una derrota. Con un férreo entramado defensivo, el Mensajero deberá plantear más cosas en ataque, porque puede encontrarse avanzado el curso con pocas derrotas, pero en descenso igualmente. Los tres puntos por victoria es lo que tiene.
La Segoviana quiere el balón y el Mensajero… no
La Gimnástica, fiel a su estilo y con sus armas, buscaba la portería contraria con determinación, buscando la superioridad en banda de Merencio, las conducciones de Borrego y el buen hacer de Rubén, que está rayando una temporada más a un nivel altísimo. La intención de la Gimnástica topaba una y otra vez con un rival que no quería el balón, que aprovechaba cualquier oportunidad para perder tiempo y que no se acercaba a las inmediaciones de Carmona, que lleva tres partidos en casa esta temporada sin encajar un solo tanto.
La gran cantidad de saques de esquina favorables a la Gimnástica tampoco dieron sus frutos en el primer parcial, y solo un disparo alto a la media vuelta de López y un chut lejano de Ivo sacaron del sopor al respetable, que apoyó con una cifra cercana a los mil espectadores a su equipo en una mañana – tarde impropiamente calurosa para las fechas en las que estamos.
La segunda parte, más de lo mismo
En el segundo parcial, la Segoviana apeló a las mismas armas del primer acto, mientras el mensajero seguía con su plan de partido. Abel y Astray con remates de cabeza a la salida de sendos saques de esquina generaron inquietud en la zaga canaria justo antes de que Hugo Díaz, Juan de la Mata y Plomer entraran al verde por Manu, Astray e Ivo. No le sentaron muy bien a la Sego los cambios y en el 73 el Mensajero pudo pescar los puntos en un balón que primero repelió Carmona y que después sacó un jugador gimnástico bajo palos. La paradoja del fútbol: el que menos quería jugar, tuvo la mejor opción para marcar.
Reaccionó la Gimnástica con la entrada de Silva y Maroto. El joven delantero segoviano pudo tocar la gloria en su primer minuto en el campo con un disparo que repelió Padilla como pudo, en la que era la mejor opción de los segovianos hasta el momento y fue la mejor de todo el envite. En la recta final del choque la Gimnástica embotelló a su rival sin acierto y el partido murió sin que los gimnásticos pudieran brindar un nuevo triunfo a su afición.
Sin mucho tiempo para lamentar la oportunidad perdida, la Segoviana ya tiene que pensar en el Sanse, nuevo compromiso en tierras madrileñas. El botín de puntos no es desdeñable y los nueve que asoman en la tabla mantienen a la Gimnástica en la parte alta. En esta categoría nadie regala nada y cualquier resultado es posible.