El obispo de Segovia, César Franco, anunció, en un breve comunicado de prensa, la creación de una oficina destinada a facilitar y asegurar que las noticias o denuncias sobre posibles abusos sexuales sean tratadas en tiempo y forma, de acuerdo con la disciplina canónica y civil y respetando los derechos de todas las partes implicadas.
De esta forma, la Diócesis de Segovia da cumplimiento a lo dispuesto por el papa Francisco en artículo 2 de su ‘Motu proprio Vos estis lux mundi’, hecho público hace un año. Para el desempeño de esta tarea, el obispo de Segovia nombró como directora de la oficina a Ana Isabel Gallardo Martín. La sede estará en las propias dependencias del Obispado de Segovia, en la calle Seminario, con el teléfono de contacto 608 814 708.
Medidas para el culto
En cuanto a a las medidas de contención en los lugares de culto y las ceremonias civiles y religiosas, el Obispado hizo público una listado de recomendaciones para las parroquias, recordando que las medidas se podrán modificar, según las indicaciones de las autoridades sanitarias de la provincia.
Desde el Obispado recordaron que queda prorrogada, hasta nueva indicación, la dispensa del precepto dominical. Aunque todos los fieles pueden asistir a Misa, una vez que se autorice, recomendaron “encarecidamente que no asistan los mayores de 65 años” hasta que no haya una vacuna o antiviral que acabe con la pandemia. Una recomendación que se aplicaría en las zonas rurales a los mayores de 70 años.
Los asistentes deben llevar, en la medida de lo posible, guantes y mascarillas y deberán lavarse las manos con el gel hidroalcohólico que se colocarán a la entrada.
También recomendaron a las parroquias disponer de una “bolsa de voluntarios” para poder implementar todas las medidas y garantizar que se cumplen de cara al control por los agentes de la autoridad, con todos los medios de limpieza e higiénicos. Las personas voluntarias asistirán a las misas y las distintas actividades que se puedan ir reactivando, reforzando su actividad los domingos y festivos.
Según el comunicado del Obispado, con la debida protección, se encargarán de la limpieza del templo, de todos los bancos, pasillos y la ventilación del templo, así como los confesionarios deberán ser objeto de una especial limpieza. Las pilas de agua bendita, tanto fijas como portátiles, deben estar vacías.
Los voluntarios también se encargarán de indicar a las personas cómo deberán colocarse en los bancos, y, antes de iniciar la comunión, indicar el orden debido en un único sentido, así como ordenar la salida del templo evitando aglomeraciones, empezando por las filas más próximas a la salida e indicando a los fieles que no está permitido formar grupos de conversación a la salida.