Son jóvenes segovianos, con formación y con un aspecto en común: no irán a casa por Navidad. Sea por la crisis o porque su pasión los ha llevado fuera de España, son cada vez más los jóvenes que eligen tierras extranjeras para labrarse un porvenir. Irlanda, Reino Unido y Alemania son algunos de los lugares más escogidos a la hora de planificar una nueva vida en el extranjero, pero también los hay quienes se aventuran a partir hacia Sudamérica, Australia y Estados Unidos.

Sara Sánchez Crespo, David Peña y Natalia Berzal Olmos son solo algunos de los ejemplos de los segovianos que no regresarán a su “bonita”, “querida” y “amada” ciudad, en estas fiestas, que intentarán celebrar en sus respectivos lugares de acogida echando de menos a familiares e intentando darse “el calor y el cariño” que no van a recibir de los suyos “en estos días tan especiales”, relatan.

Es el caso de Sara Sánchez Crespo, segoviana de 23 años que vive desde hace tres meses en Donaghadee (Irlanda del Norte). Enfermera de profesión, la joven decidió embarcarse en esta aventura tras infructíferas búsquedas de trabajo en España, tanto en el ámbito de la enfermería como en otros muy distintos. “Vi claramente que tenía que moverme, emigrar, para poder seguir mi realización y crecimiento tanto personal como profesional”, señala. Tras encontrar trabajo como enfermera en una residencia de ancianos en este pueblo irlandés de 7.000 habitantes, Sánchez afirma, aunque sea duro: “En mi país ahora mismo no tengo futuro, ni a corto y a largo plazo”.

En este sentido se expresa, David Peña, de 29 años, quien asegura que “encontrar un trabajo de lo que he estudiado es un poco más que complicado por no decir imposible”. Licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas y diplomado en Magisterio de Educación Física, Peña emigró hasta Londres hace tres años como una estancia temporal que ahora no sabe en qué momento abandonar. Ya son varios los empleos que ha tenido, desde en cafeterías, “aguantando horarios infrahumanos”, hasta en tiendas de ropa, pasando por promotor de ventas. Si bien, sigue sin cesar en el empeño de encontrar un trabajo que se adecue a sus estudios. El segoviano insiste en que su deseo es estar al lado de su gente, en Segovia, “pero la crisis económica por la que atraviesa el país complica la situación”. 

“Antes de venir no paraba de repetir a mi familia y amigos que sabía el día que me iba de España, pero que no tenía ni idea que día volvería”, asegura Sánchez desde su actual ciudad de residencia en la costa irlandesa, a 29 kilómetros de Belfast. Además, para continuar con su objetivo de aprender idiomas y continuar con su formación, tanto Sánchez como Peña vieron en esta nueva etapa de su vida una oportunidad esencial para conocer otras culturas y modos de vida.

Aunque con nostalgia por no poder estar en Segovia en Navidad, los dos se preparan para celebrar estas fiestas, haciendo de las personas más allegadas en sus respectivas ciudades de destino una familia. En el caso de Sara Sánchez, cenará y celebrará la Nochebuena con otros cinco españoles que habitan en Donaghadee. Para David Peña, compañeros de piso, de trabajo y amigos de amigos harán de su celebración “una Nochebuena multicultural”.

Perseguir un sueño fuera de España 

Pero la crisis no es siempre la responsable directa de que estos jóvenes no puedan volver a casa por Navidad. En el caso de Natalia Berzal Olmos, segoviana de 34 años, su aventura perseguía a su pasión, las flores. Dejando un trabajo, su ciudad, y una situación de estabilidad, esta técnico en Turismo y oficial florista viajó hasta Colonia (Alemania) para impregnarse de la cultura alemana sobre flores para desarrollarse “profesionalmente”.

Con la facilidad de haber vivido con anterioridad durante seis años en el país , Natalia Berzal volvió el pasado mes de septiembre al país germano, donde ahora disfruta de un contrato fijo. “España no podía ofrecerme profesionalmente lo que estaba buscando en este momento de mi vida”.

“Estoy aquí por las flores y ellas dirán hasta cuándo”, asegura al ser preguntada por su vuelta a Segovia. Natalia pasará las Navidades con amigos y sus familiares empapándose de una cultura que celebra el Adviento desde comienzos de diciembre, para enlazar posteriormente con las fiestas navideñas. El gusto alemán por la decoración floral en estas fechas está haciendo “que disfrute la Navidad desde otro punto de vista”, asegura. Aunque echando de menos a familia y amigos, Natalia manifiesta que no dejará de aprovechar estas fechas en Colonia donde disfrutará de la gastronomía alemana, exenta de mariscos, y donde revivirá tradiciones como la del Weihnachtskind (Niño de la Navidad), encargado de traer los regalos el día de Nochuebuena.

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