La consejera de Sanidad, Verónica Casado, y el procurador socialista Diego Moreno coincidieron hoy en contar con más plazas para la atención en salud mental, como psicólogos clínicos, que se ha agravado durante la pandemia, así como en tener una estrategia de salud mental, si bien la primera abogó por un “abordaje” nacional.

Durante una interpelación socialista en el pleno de las Cortes en materia de salud, Moreno estimó «insuficiente» lo que hace la Consejería de Sanidad y avanzó que en la moción pedirán más plazas de psicólogos clínico y la incorporación de estos profesionales en los equipos de atención primaria.

Casado no solo se mostró de acuerdo con aumentar las plazas, sino que afirmó que así se lo han pedido al Ministerio, y enumeró algunas de las medidas en las que trabaja su departamento para mejorar la asistencia de estos pacientes.

El socialista Diego Moreno inició su intervención con el reproche a la consejera por sus “desafortunadas palabras” en el pasado pleno al mostrarse preocupada por la salud mental de la procuradora Patricia Gómez. “Fue un recurso dialéctico inaceptable”, aseveró, para recordar que ni dimitió, ni “llegó una disculpa clara”.

Sin mencionar este hecho, Casado cerró su intervención con la manifestación de que en un momento se preocupó por la salud cardiovascular de un procurador sin con ello prejuzgar nada y calificó de “intento de manipulación” que se llevará en otra dirección.

En su exposición inicial, Moreno manifestó que la depresión o la ansiedad no dejan de crecer y recordó que su grupo ha propuesto la terapia psicológica y protocolos de derivación, a la vez que se refirió a lo que defendió el anterior procurador y hoy gerente de Sacyl, Manuel Mitadiel defendió en las Cortes que la falta de tratamiento psicológico en la atención primaria genera desigualdad.

En su respuesta, la consejera de Sanidad dio las gracias al procurador por la interpelación ante la importancia de la salud mental para su departamento, aunque se preguntó por qué se trae hoy al debate cuando se presentó en septiembre, y ofreció una serie de datos como que afecta a uno de cada diez adultos y más a mujeres que a hombres.

Casado reconoció que ha aumentado la prescripción de fármacos para la depresión y ansiedad con la pandemia, aseguró que los profesionales están formados en salud mental y psicología clínica y reconoció que se necesitan más psicólogos y psiquiatras, donde se refirió a que se ha pedido al Ministerio el aumento de plazas.

“Es una asignatura pendiente”, admitió la consejera, que coincidió con el procurador en aumentar las plazas de psicólogos clínicos y psiquiatras y apuntó a algunas medidas para mejorar la asistencia donde se refirió a la estrategia autonómica de salud, cuando esté la nacional, la elaboración de una estrategia de conductas suicidas y una atención infanto juvenil con hospitales de día.

El socialista lamentó que la preocupación expresada por la consejera no se traslade a sus decisiones, afirmó que no pone en duda la capacitación de los profesionales médicos y defendió que se necesita una auténtica asistencia sociosanitaria para estos pacientes y sus familias.

Casado sostuvo que el modelo y abordaje tiene que ser nacional, subrayó que trabajará con el Ministerio para después su desarrollo a nivel autonómico y defendió fortalecer la atención primaria para tener más tiempo al atender un caso de ansiedad, para añadir que la duda es el momento en que se deriva al paciente a una atención más especializada.