El neurólogo Julio Pascual Gómez (Segovia, 1958) es en la actualidad el director-gerente del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla en Santander y ha sido galardonado recientemente por sus compañeros de la Sociedad Española de Neurología (SEN) con el Premio SEN Cefaleas como “reconocimiento a su esfuerzo constante para seguir realizando aportaciones de valor científico en el campo de la cefalea y a su amplia labor y dedicación por la investigación de esta enfermedad neurológica”. Aunque en la actualidad Pascual está centrado en su tarea como director del Hospital, asegura que echa de menos «cada día» ejercer como neurólogo e incluso sigue recibiendo visitas de antiguos pacientes que le piden ayuda. Las contribuciones científicas más relevantes de Julio Pascual se han centrado en el estudio del dolor de cabeza y particularmente en el campo de las cefaleas crónicas destacando logros como la primera descripción de la epidemiología de las cefaleas crónicas primarias que data de 1999 o más recientemente y junto a su grupo investigador ha demostrado que un péptido, el CGRP, está elevado en la migraña crónica, lo que ha abierto la puerta al desarrollo de nuevos tratamientos específicos.

Ha recibido muchos premios a lo largo de su carrera, como el Kaplan Award de la American Headache Society ¿Cómo ha recibido el último de la Sociedad Española de Neurología?

Con mucha ilusión porque no es fácil que tus propios colegas te reconozcan tu valía. Me agrada especialmente por lo que significaba en mi carrera profesional. Mi trayectoria científica ya la tengo hecha y tengo que pensar en dar paso a la nueva generación. Llevo algunos meses sin ejercer de neurólogo por mis obligaciones en el hospital y premios así me reafirman como neurólogo que es lo que siempre he querido ser.

¿Cuándo decidió hacerse neurólogo?

En el hospital de Segovia, con el doctor Erik Clavería. Estudié en Salamanca y en verano me iba al de Segovia. Me impactó de tal manera su trabajo que decidí ser neurólogo y me hubiera quedado allí pero prácticamente me obligó a marcharme porque me aseguró que ya no podía enseñarme más y entonces me fui a Santander a hacer la residencia.

¿Por qué se especializó en las cefaleas?

El dolor es la consulta más frecuente en neurología. Hay personas que sufren dolores muy fuertes 20 de cada 30 días al mes y tradicionalmente los afectados por cefaleas no han recibido tratamientos específicos. De todas maneras no me considero un especialista en dolores de cabeza, me gusta el paciente, el enfermo de neurología y mi afición, por decirlo de alguna manera, es el enfermo de dolor de cabeza.

¿Se otorga poca importancia a los dolores de cabeza?

Los neurólogos sabemos que hay más de 200 dolores de cabeza diferentes aunque se definen en dos grandes grupos: los que nos muestran que hay algo en la cabeza y que son menos de uno de cada cien y casos y el resto que son la inmensa mayoría y que son las cefaleas primarias. A partir de ahí tenemos la ‘cefalea tensional’ en la que parece que tengamos un casco que nos oprime y que está asociado a la falta de sueño y las preocupaciones y que no requiere ningún tipo de consulta médica. La mayoría de las consultas son por migrañas que es un dolor muy frecuente y que tienen entre el cinco y el diez por ciento de los varones y el 20 por ciento de las mujeres y que muchas veces tienen su origen en la niñez. Se trata de episodios que duran un día y son muy invalidantes. No son raros los vómitos y afectan mucho las luces brillantes y los ruidos. Hay personas que tienen migraña cada seis meses y otras tres o cuatro días de dolor a la semana.

Y estos últimos, ¿reciben por regla general un tratamiento correcto?

Menos del diez por ciento recibe el tratamiento adecuado porque los médicos no entendemos el sufrimiento de la gente con migrañas y como prácticamente nunca no tienen nada en la cabeza… A los que tienen pocos dolores habría que aplicarles un tratamiento a base de triptanes (fármacos aplicados en los ataques de migraña) y a los que los tienen con mucha frecuencia y son muy fuertes hay que hacer con ellos un tratamiento preventivo y que se les administre todos los días. Ahora la gente joven tiene mucho acceso a internet y las nuevas tecnologías, el paciente tiene que reclamar al médico que le trate. Y hay tratamiento.

Dice que son las mujeres las que sufran más las migrañas, ¿por qué?

En primer lugar por las oscilaciones de las hormonas femeninas que son un factor precipitante en la generación de las migrañas y otro factor es genético. Al menos dos genes son los que influyen mucho en tener migrañas y ambos están en el cromosoma X.

¿Queda mucho por saber con respecto al campo de la neurología?

Hay mucho terreno inexplorado porque no hay un tratamiento que cure la migraña. Los que se aplican en la actualidad reducen los dolores en frecuencia e intensidad que es mucho pero no es suficiente. La migraña es hereditaria y eso nos dice que estamos hablando de genética. En las migrañas intervienen varios genes y no los conocemos todos. Si los conociéramos…

Ha publicado más de 300 de artículos en publicaciones especializadas, impartido clases en universidades y dirigido su propio equipo de investigación. ¿No lo echa de menos?

Cada día, pero ahora estoy centrado en la dirección del hospital. Tengo varias tesis en marcha y tenemos una linea de investigación muy potente abierta porque hemos visto que hay una sustancia CGRP (péptido relacionado con el gen de la calcitonina) que es lo que produce el dolor y hemos hecho contribuciones cruciales en este sentido. Ha dado pie a unos fármacos que lo contrarrestan y pronto estarán desarrollados.

Texto: Javier de Andrés

Foto: El neurólogo Julio Pascual en su despacho del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla en Santander