Julia Martínez es la viva representación de la famosa frase de autor incierto que sostiene que las mejores esencias están en los contenedores más pequeños. Con algo menos de 160 centímetros de estatura, Julia puede presumir de haber logrado éxitos como el que la convirtió en una de las mejores levantadoras de piedra de España, título incluido. Después de un paso también exitoso por el mundo de la Halterofilia que quedó aparcado por una lesión de muñeca, retorna al ámbito más tradicional con la corta de troncos que compagina con sus clases como entrenadora personal.

En una pausa entre su trabajo y la rutina de entrenamientos, Julia Martínez atiende a Segoviaudaz con ese entusiasmo contagioso que irradia y que te anima a probar los deportes que practica, aunque parezcan alejados de los gustos de uno.

Segoviaudaz:  El crosstfit tuvo la culpa de todo en su caso

Julia Martínez: Totalmente. Pusieron un gimnasio al lado de mi casa y me presenté porque como soy entrenadora personal me pareció una posibilidad.  Me puse a probar y se convirtió en un vicio. Fue un cambio radical porque yo tiraba mucho más hacia entrenamientos cardiovasculares, corriendo medias maratones… y de pesas no quería ni saber. Y me encantó.

SA: Y de ahí a levantar piedras… 

J.M Llevaba un tiempo haciendo crossfit y un antiguo jefe me animó a practicar Powerlifting y en el primer campeonato en el que participé conseguí pódium. Yo es que lo empiezo todo a lo grande (risas).

SA: Su fisiología le hace proclive a destacar en este tipo de deportes, o al revés

J.M En halterofilia me beneficiaba ser más pequeña y levantando piedra al revés, porque la envergadura juega un papel importante en los agarres y para hacer palanca, por eso en caso de empate la levantadora que menos pesa gana en las competiciones del País Vasco, porque digamos que tiene más mérito.

SA: Practica deportes extenuantes, muy exigentes.

J.M: No me llaman la atención por el esfuerzo que haces o la fatiga, los practico porque son diferentes y se convierten en retos. A mis entrenadores no les gusta que afronte cosas distintas, pero es lo que hay… me gusta variar y por eso ahora estoy con la corta de troncos.

SA: Otro deporte tradicional

J.M: Es complicadísimo. Yo creo que no hay un deporte tan exigente como ese. Necesitas: fuerza física, resistencia, técnica, saber leer la madera como el tipo que es, dónde darás el primer corte, si primero afrontas el lado que crees más sencillo o vas a por el más complicado. Hay que dedicarle muchísimas horas. Llevo más de un año cortando y es ahora cuando ya no necesito que nadie me diga por dónde debo empezar a cortar.

SA: Y sin cortarse usted

J.M: Es más fácil cortarse en una acción fuera de la propia corta que cortando el tronco. Llevamos calcetines de malla de acero que evitan accidentes.

SA: ¿Cómo hace para entrenar?

J.M: La infraetructura es una locura. El ayuntamiento de Palazuelos – donde reside Julia – me va a ayudar a tener un sitio para acumular madera. Hay que comprar la madera porque no sirve cualquiera y es cara, necesitas motosierra, hachas, afilar… le dedicas más tiempo a prepararte que a cortar. Menos mal que la familia me apoya mucho, y además aprovechan la madera que corto para las chimeneas (risas).

SA: ¿Y lo del hacha nunca ha sido un problema?

J.M: Tengo varias y siempre que voy al País Vasco me las llevo por si acaso. Tengo una documentación que me otorga permiso para llevarlas, claro, porque no son hachas como las de un trabajo convencional con madera. Las míos son algo más ligeras de los que usan los hombres y está en función de la medida de mi brazo.

SA: Después de su paso por la Halterofilia, vuelve a un mundo en principio acotado a los hombres.

J.M: Cuando practico un deporte no me planteo si es más de chicos o de chicas. Lo miro y si me gusta lo practico. Este año estaba invitada a la corta de troncos de Valsaín y soy consciente de que me invitaron porque era mujer, porque un chico con mi destreza nunca iría invitado, pero lo hacen porque quieren que las chicas se animen, me tratan fenomenal y como a una igual. Si tienen que regañarme, me regañan.

 

SA: ¿Y con quien suele entrenar?

J.M: Empecé y sigo con el club de Gabarreros de El Espinar. Hermenegildo Herrero especialmente ha pasado muchísimas horas conmigo y me ha dado su tiempo y su madera para que yo aprendiera. También tengo un grupo de amigas de el País Vasco con las que preparamos el Herri Kiorolak o pentatlón vasco que incluye: levantamiento de esfera, arrastre de piedra, corta de tronco, hacer un recorrido cargado con pesas y una carrera convencional.

SA: ¿Y competir?

J.M: He decidido parar la competición porque con la lesión de muñeca de la halterofilia me ofusqué un poco. Estoy entrenando tranquiliamente y en 2022 vuelvo seguro a competir y exhibiciones.

SA: Con el entusiasmo con el que habla de su deporte no le puede costar mucho recomendárselo a los que puedan leer esta entrevista

J.M: Es un deporte que lo tenemos como algo rural y al que a veces incluso le negamos la condición de deporte, pero es completísimo, precioso. El olor de madera, el entorno… la forma en que la gente te acoge son valores deportivos incalculables.

Fotos: Julia Martínez durante una exhibición de corta de troncos en Valsaín/ Pedro de la Peña