Juan Alberto Gómez Calvo (Cantalejo,1972) lleva desde los trece años vinculado al taekwondo, primero compitiendo y después como maestro (en la actualidad es cinturón negro Séptimo dan). «En Cantalejo hacía todo tipo de deportes, hasta que una vez vino un profesor desde Valladolid, probé el taekwondo y me enganchó», cuenta Juan Alberto Gómez en charla con Segoviaudaz. Después de competir en el ámbito Autonómico y Nacional, Juan Alberto pasa a la docencia con el gimnasio Jansu Gym en 1996, aunque sus primeros pasos con la enseñanza proceden de dos años atrás.
El nombre de Jansu Gym viene por el poomsae (combinación de movimientos que representan ataques y defensas ejecutados en un orden concreto o linea de movimientos): fuente de sustancia que preserva la vida. Este poomsae simboliza el nacimiento de una vida, el crecimiento, la fortaleza, la fluidez, la armonía, y la adaptabilidad.
Los prejuicios del taekwondo
«La gente se equivoca y creen que en el gimnasio venimos a pegarnos y no es cierto», lamenta Juan Alberto. «El taekwondo te permite adquirir una serie de habilidades que puedes llegar a usar como autodefensa, pero no para que vayas pegando por ahí a las personas», sentencia Juan Alberto que reconoce «un trabajo importante de autocontrol y disciplina» como los pilares del taekwondo.
«En el gimnasio empezamos a trabajar con niños de tres años y les vamos moldeando como personas en base a la educación o el respeto», insiste. «A esas edades lo deportivo es secundario, porque nos da igual que adquieran la técnica antes o después, lo importante es que aprendan que para entrar en una clase empezada no pueden hacerlo de cualquier manera o sin saludar», destaca. El radio de acción de Jansu Gym en la preparación de taekwondistas es reducido, toda vez que cuando los alumnos cumplen los 18 años salen del pueblo en la mayor parte de los casos.
Una terapia efectiva
En los años que lleva ejerciendo como maestro, Juan Alberto acumula experiencias de todo tipo. Son muchos los casos de menores que acuden al gimnasio derivados de psicólogos que entienden que el taekwondo es una vía de escape para situaciones delicadas. «Vienen niños con problemas importantes en casa, con los valores familiares por los suelos, son agresivos o introvertidos y el taekwondo les ayuda», explica. «Sus padres alucinan cuando los ven en el gimnasio pidiendo permiso o dando las gracias, simplemente».
Referencia en Castilla y León y España
El trabajo de Juan Alberto no pasa desapercibido y es toda una institución en el ámbito autonómico y nacional. Galardonado en 2011 y 2017 como el mejor club de España por su trabajo por el taekwondo, recibe la Medalla de oro al mérito deportivo de la Real Federación Española de Taekwondo en 2017.
La visita de maestros coreanos es habitual en la localidad, cuando la pandemia lo permite, y todos los años organiza campeonatos Open nacionales e internacionales. «Dentro de nuestro pequeño margen de maniobra tenemos nombre», comenta orgulloso Juan Alberto. Su buena relación con el presidente de la Autonómica y antiguo maestro, Luis Carlos Ovejero, allana el camino del Jansu Gym a la hora de organizar pruebas.
Herramienta contra la violencia doméstica
Canalizar situaciones y saber controlar impulsos son aspectos básicos en la formación que ofrece Juan Alberto a hombres y mujeres para evitar en la medida de lo posible la violencia en el entorno familiar. «La defensa personal no es como se ve en las películas», relata. «Intento darles pautas para defenderse y salir corriendo, con la premisa de que hay que intentar no utilizar nunca estas técnicas», añade. «No se trata de pegar a nadie sino de tener unos conocimientos que puedas llegar a aplicar, y lo más difícil es el trabajo mental porque es fundamental saber contar hasta diez para analizar el momento y no perder el control de la situación», explica Juan Alberto.
Los talleres, organizados por diversos ayuntamientos, vuelven a celebrarse ahora después de la pandemia «y al fin y al cabo es más un punto de encuentro a través del taekwondo y la defensa personal para que la gente salga de casa», detalla Juan Alberto que reconoce que las técnicas que enseña «pueden salvar vidas».
Repercusión mediática
El taekwondo solo es portada nacional cuando llegan los logros en Juegos Olímpicos o Mundiales y en la conocida como España Vaciada hace una función «muy importante, porque cuando organizamos un campeonato con más de 1.500 personas ponemos en valor la cultura y el municipio», cuenta Juan Alberto. «Los políticos hablan de cultura, turismo y dejan al deporte como el tercero en discordia y no debería ser así porque somos un motor de visibilidad hacia toda la sociedad», expone.
«Solo se acuerdan – los políticos – del deporte cada cuatro años cuando hay elecciones y no se preocupan por las carencias que tenemos, te preguntan en campaña y luego se olvidan», lamenta. «Cuando me llaman siempre les digo lo mismo: por favor, que el diputado, concejal o consejero de turno sepa de deporte», sentencia.
El intrusismo es uno de los problemas «más graves» de su profesión. «Me ha costado mucho tiempo y dinero lograr la formación que tengo y las clases que imparto las cobro», asegura. «Pero hoy en día todo el mundo cree que sabe de todo y cualquiera ofrece clases en cualquier sitio y no hay una regulación contra eso», sentencia Juan Alberto Gómez.
Texto: Javier de Andrés