El colectivo Jóvenes de Castilla y León considera “insuficiente” el plan de retorno de jóvenes Pasaporte de Vuelta presentado por la Junta y califica de “irrisorio” el número de posibles beneficiarios en comparación con los datos de emigrados, ya que solo solo contempla a los que están en el extranjero, cuando el mayor flujo es hacia otras comunidades de España.
Aunque Jóvenes de Castilla y León, desde su compromiso con la lucha contra la despoblación, valora como positivas las ayudas del plan, también las considera “fugaces”, como explica en un comunicado. Sin el respaldo de una matriz de iniciativas centradas en el empleo, el retorno está “condenado a ser pasajero”, resultado que no se corresponde “con nuestro compromiso de construir un futuro sólido y a largo plazo en Castilla y León”, asevera.
El colectivo recuerda que tan solo en 2019 se fueron más de 30.000 personas de la Comunidad según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), mientras que ese año solo regresaron 2.496.
A juicio del colectivo, las ayudas directas planteadas por la Junta en su plan de Pasaporte de vuelta presentan tres grandes problemas: se deja de lado la emigración a otras comunidades autónomas, las ayudas directas son un parche a corto plazo y no llegan a cubrir el 0,2 por ciento de los casos de emigración.
Su partida presupuestaria de 211.000 euros es “insuficiente”, valora, pues la horquilla a percibir por cada emigrante retornado va desde los 2.500 euros a los 5.500 euros. Esto implica que tan solo podrán beneficiarse de 50 a 60 personas frente a las casi 30.000 que cada año abandonan Castilla y León, concreta.
De la misma manera, entienden que esas ayudas no resuelven problemas estructurales ni tienen impacto en el desarrollo del tejido económico, eje fundamental para revertir la despoblación y obviado en este plan de medidas, condenadas a “diluirse sin dejar efecto real”.
Igualmente, subrayan que se dirigirse exclusivamente a los emigrantes que viven en el extranjero, a pesar de que casi el 70 por ciento de los jóvenes que han dejado Castilla y León en los últimos tres años residen en otros lugares de España. En ese periodo, 62.394 se han mudado a otras autonomías, frente a los 27.577 que se han marchado fuera del país.
Jóvenes de Castilla y León ha reivindicado a través de sus iniciativas “Retos de Futuro ante la Covid-19” y “Propuestas al anteproyecto de la Ley de Dinamización Demográfica de la Junta de Castilla y León” la necesidad de un Plan Inclusivo de Retorno con objetivos específicos para personas en situación de vulnerabilidad y exclusión social que no se limiten al retorno del talento.
Concluye que debe tenerse en cuenta a la población flotante. Su objetivo es lograr un reequilibrio territorial que permita regresar a Castilla y León a las personas emigradas con un “Pasaporte De Ida sin vuelta”.