Javier Matesanz, rodilla en tierra, marcando una jugada a sus pupilos del CD Base Gasóleos Martín

Javier Matesanz es todo un clásico del baloncesto segoviano. Durante muchos años dentro de la pista y ahora también en los banquillos. Matesanz es el responsable técnico – con la inestimable colaboración de Juanjo Miguel, Jorge Martín y Joaquín de Blas –  del equipo Junior del CD Base, y que cuenta con el «apellido» Gasoleos Martín como fiel patrocinador. Un equipo de plena actualidad gracias a su reciente ascenso a la élite del baloncesto autonómico para chicos de su edad. «Es un grupo de chavales muy compacto, se llevan muy bien y no son nada egoístas», destaca Matesanz de su equipo en declaraciones para Segoviaudaz. Huye el coach de la vitola de entrenador exitoso por lograr un ascenso como el cosechado «porque sería imposible hacerlo sin la gente de la que me rodeo», sentencia.

«No soy un jugador muy listo»

Cada vez son más los jugadores que dan el paso a los banquillos, sobre todo los que tienen dotes de dirección en la cancha. «No es mi caso para nada porque jugando no soy muy listo», bromea. «Planteas el partido y buscas soluciones a los problemas que se pueden plantear», explica. «Meditar en casa las jugadas y los sistemas te hace mejorar, sin obsesionarse tampoco», apostilla.

Los pupilos de Matesanz tienen una cultura baloncestística focalizada en los highlights de la NBA, fundamentalmente. «Es normal que te guste lo que hacen Curry o Antetokounmpo, pero luego llegas a una cancha de baloncesto y cuando intentas hacerlo te das cuenta de por qué ellos son quienes son», reflexiona. En ese sentido, Matesanz considera «mucho más enriquecedora» la Euroliga con su disciplina táctica. «El modelo NBA les gusta a los jugadores porque es ataque constante, llegar y tirar, pero les enseñas bloqueos directos, indirectos,  continuaciones… y lo hacen sin problema», explica.

La psicología aplicada al deporte de base

Para trabajar con jugadores de la edad del CD Base Gasóleos Martín – 17, 18 años – el cuerpo técnico no solo es meticuloso con las cuestiones técnicas sino también con aspectos a priori secundarios como el lenguaje con el que se dirigen a los jugadores. «A veces no te hacen caso no porque  no quieran, sino porque no te entienden si no no usas las palabras adecuadas», sostiene Matesanz. «El componente psicológico es fundamental porque tienes que saber si los jugadores aceptan mejor una bronca o no, por ejemplo», expone.

Para que los jugadores no confundan la condescendencia con la disciplina, el cuerpo técnico marca unos límites claros y está «vigilante». «Las normas hay que cumplirlas y somos cuatro en el cuerpo técnico y hacemos porque no se nos pase nada», cuenta Javier Matesanz. «La importancia esencial de las normas está en el compromiso y en no faltar al respeto a los compañeros», añade.

Una generación con «mucho recorrido»

Segovia ha dado grandes jugadores en categoría masculina como Juan Carlos Manrique o más recientemente Sergio Mingorría o Pedro Rivero – también en categoría femenina y eso será tema para otro artículo – pero en la actualidad parece que cueste sacar grandes individualidades. «El dinero del baloncesto debería invertirse en la base y es justo donde no está», reflexiona Matesanz. «Lo que inviertes en la cantera es de difícil retorno y si encima sale un jugador bueno en categoría cadete te lo quitan, porque los que pasan de esa edad y siguen aquí ya es muy difícil que progresen», explica. «No creo que sea difícil sacar en Segovia un jugador extraordinario, lo que resultaría imposible sería disfrutarlo porque con 15 ó 16 años se marcharía», insiste. «En cualquier caso y aunque no pudiera quedarse mucho sería muy bueno para Segovia que salieran jugadores de primera categoría», apostilla.

En relación a los jugadores a su cargo, Matesanz no duda en considerar a la generación «con mucho recorrido, porque además de tener talento les gusta entrenar», dice. «Ya veremos cuando llegue la Universidad y se  divida el grupo», lamenta.

Un trabajo intenso desde primeros de agosto

El trabajo del cuerpo técnico ha sido ímprobo desde el 1 de agosto cuando arrancó una pretemporada atípica marcada por la Fase de Ascenso a Primera Autonómica. Ahora, ya con la categoría lograda, Matesanz aplica la filosofía «Cholista» del partido a partido. «Las canteras de Valladolid y León siempre son superiores a priori, pero con el resto podemos competir», aventura. Este sábado 8 de octubre en el Emperador Teodosio a las 20.00h comienza el camino del CD Base en el Grupo Especial – así se denomina – de la Junior Autonómica de CyL. Buena oportunidad para ver a los mejores jugadores de Castilla y León por Segovia.

Texto: Javier de Andrés