La Guardia Civil de Segovia investiga a un conductor implicado en un accidente de tráfico en la A-601, al que se le imputan la comisión de tres delitos por huir presuntamente del lugar sin haber prestado auxilio ni solicitarlo para el resto de los implicados y sin avisar a las autoridades, y que, una vez localizado, dio positivo en alcohol y drogas, según han informado fuentes de la Subdelegación.
En la mañana del día 23 de noviembre, se produjo un accidente de circulación en la Autovía de Pinares A-601 (Valladolid-Segovia), en el que se vieron implicados tres vehículos y en el que dos personas resultaron heridas. La circulación en la vía, en un primer momento, estuvo cortada.
Una vez trasladados los equipos de la Guardia Civil necesarios para asegurar la zona, garantizar la seguridad del resto de los usuarios e iniciar las investigaciones oportunas para poder averiguar las causas del siniestro, se tuvo conocimiento de la huida del lugar de los hechos de uno de los conductores implicados.
Se trataba del presunto responsable del accidente que huyó presuntamente del lugar sin haber prestado auxilio ni solicitarlo para el resto de los implicados y sin avisar a las autoridades, poniendo con su comportamiento en peligro la seguridad de las personas que circulaban por la autovía dada la elevada intensidad del tráfico en esos momentos.
Como consecuencia del siniestro se produjeron hasta cuatro kilómetros de retención que hubo de ser regulada por fuerzas del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Segovia.
Una vez iniciadas las gestiones para averiguar e identificar la identidad de los implicados en el suceso, se pudo conocer que el conductor que se ausentó del lugar del accidente se encontraba en Valladolid.
El Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico (G.I.A.T.) del Subsector de la Guardia Civil de Segovia se trasladó allí y, en colaboración con componentes del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Valladolid, lograron localizar al conductor huido.
Tras ser sometido a la preceptiva prueba de alcohol y drogas, arrojó un resultado positivo en ambas, cuadruplicando la tasa permitida de alcohol en aire expirado, por lo que se le imputó un delito de conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas y drogas tóxicas o estupefacientes.
Asimismo, por ausentarse del lugar del siniestro voluntariamente, y resultando del accidente que él mismo provocó presuntamente, una persona herida grave, y al no existir riesgo apreciable para su persona, le fue imputado el presunto delito de abandono del lugar del accidente al que se unió el presunto delito de lesiones por imprudencia.
La ingesta de bebidas alcohólicas, así como la de drogas y sustancias tóxicas influye en el conductor de un vehículo con la disminución de la capacidad sensorial, de reflejos y de atención en la conducción, desvirtuando la percepción de la realidad, determinando una conducción inapropiada y creando un concreto peligro para la vida propia y del resto de los usuarios de la vía, aumentando exponencialmente la posibilidad de sufrir un siniestro vial.
Estas conductas al volante podrían conllevar administrativamente hasta 1.000 euros de sanción y penalmente podrían ser castigadas con la pena de prisión de tres a seis meses o con la de multa de seis a doce meses o con la de trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a noventa días, y, en cualquier caso, con la de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta cuatro años.