El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Comandancia de la Guardia Civil de Segovia investigó a una persona por la presunta comisión de un delito contra la flora y fauna y otro de daños, consistente en la caza de dos jabalís, en dos días diferentes. Los animales se encontraban en el interior de una finca privada con vallado perimetral, informa Ical.
Los hechos se desarrollaron los días 24 y 25 de diciembre de 2020. Cuando los guardas de la finca privada donde se registraron los presuntos delitos detectaron disparos en el interior de la parcela, y hallaron posteriormente los cuerpos de dos jabalís abatidos y con el hocico cortado. Esta situación sucedió en dos ocasiones y en días seguidos, y los animales abatidos eran de gran tamaño y porte, muy valiosos para los cazadores como trofeos de caza.
Por estos hechos, el representante de la empresa propietaria de la finca interpuso la correspondiente denuncia. Tras las investigación se tuvieron indicios que los animales podían haber resultado abatidos desde una zona contigua al lugar, una zona privada y de acceso limitado a determinados usuarios.
La investigación se dirigió sobre una persona, que gestionaba un perfil relacionado con la caza en la red social Instagram, en el que se detectó una fotografía del hocico de un jabalí en una fecha coincidente con la de los hechos denunciados. A su vez, se realizó una inspección en un taller de taxidermia ubicado en la Comunidad de Madrid, donde se incautó dos juegos de colmillos de jabalí que estaban a nombre del investigado, y que pudieran estar relacionados con los dos incidentes de caza furtiva.
De este modo, se procedió a la investigación de una persona como presunto autor de los delitos contra la flora y fauna y daños. Para la Guardia Civil, resulta de gran importancia para el esclarecimiento de estos hechos de caza furtiva, que se producen tanto en fincas privadas, zonas públicas e incluso en espacios protegidos, que exista colaboración ciudadana, debido a que por estos hechos se producen daños al patrimonio, a la fauna e incluso pueden producir daños personales al no guardarse las oportunas normas de seguridad en el uso de las armas de fuego.