El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Segovia, en funciones de guardia, ha decretado el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza de Pedro Luis Gallego, conocido como ‘el violador del ascensor’ por dos delitos continuados de violación, tres delitos de robo con violencia e intimidación, dos delitos de detención ilegal y dos delitos de lesiones, todos ellos consumados.
Además, según recoge ICAL, se le investiga por dos delitos de detención ilegal en grado de tentativa con la finalidad de atentar contra la libertad sexual de las víctimas. El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 5 de Segovia se inhibirá al Juzgado de Instrucción 33 de Madrid que ya estaba conociendo de las actuaciones declaradas secretas.
Gallego fue detenido en una vivienda de la calle Dámaso Alonso de la ciudad, sólo tres años y medio después de ser puesto en libertad en aplicación de la anulación de la doctrina Parot. Tras varios meses de «arduas y minuciosas gestiones», agentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid se trasladaron a Segovia y procedieron a su arresto acusado de dos delitos consumados de agresión sexual y otros dos en grado de tentativa, que fueron denunciados entre los meses de abril y mayo. Su modus operandi era el mismo: abordaba a las víctimas a punta de pistola, las introducía en el coche y las agredía sexualmente durante una o dos horas, cuando las dejaba en otro lugar entre las once y las doce de la noche.
Gallego salió de la cárcel en noviembre de 2013, tras la sentencia del Tribunal de Estrasburgo que anuló la aplicación de la conocida como doctrina Parot. Este violador fue condenado a 273 años tanto por las violaciones cometidas como por los asesinatos de las niñas Marta Obregón y Leticia Lebrato. Gallego inició su condena el 2 de noviembre de 1993. Estuvo preso en los centros penitenciarios de El Puerto de Santa María (Cádiz), Herrera de la Mancha (Ciudad Real), y Teixerio, antes de recalar en Alcalá Meco. Fue detenido el 17 de noviembre de 1992 en La Coruña cuando intentaba cobrar un giro telegráfico de 50.000 pesetas enviado por sus familiares desde Valladolid. La Policía llevaba cuatro meses tras sus pasos, desde que el criminal consiguiera escabullirse de un cerco policial en Medina del Campo.
Sin embargo, sus antecedentes delictivos se remontaban a 1979, cuando fue por primera vez encarcelado acusado de robar un coche. Su segundo ingreso en prisión se produjo en 1981 por un delito de abusos deshonestos. Después, en 1984 ingresó de nuevo en la cárcel para cumplir una condena de diez años por violación; entre ese año y 1991, cuando abandonó la cárcel de Palencia con la condena extinguida, pasó por los tres psiquiátricos penitenciarios del país en condición de interno judicial. A pesar de todo, volvió a reincidir y asesinó a Leticia Lebrato y a Marta Obregón.