Un grupo de ingenieros que analiza la evolución de los contagios y de los fallecimientos por la pandemia de COVID-19 ha empezado a cuestionar la “falta de eficacia” de las restricciones de movimientos entre regiones que aplican la mayoría de las comunidades, ya que han detectado que “no han limitado en nada el crecimiento del ratio” de casos.
Así consta en un informe, al que ha tenido acceso Servimedia, elaborado por cuatro profesores de la Universidad Politécnica, que juntos conforman el equipo de ‘Modelo matemático dinámico para facilitar decisiones críticas calculando consecuencia futuras de actuaciones realizadas’, coordinado por Rafael Cascón.
Estos expertos recomiendan acelerar el proceso de vacunación retrasando la segunda dosis a personas mayores para que haya otras que puedan recibir antes la primera, puesto que está demostrado que el riesgo de padecer la enfermedad de forma grave “se reduce de cero al 80 por ciento” con la primera inyección mientras que la segunda «sólo sube del 80 al 9 por ciento».
Además, aducen que “aplazar la dosis 42 días no pierde efectividad”, lo cual permitiría anticipar la primera vacunación a mucha más gente y, en consecuencia, reducir el riesgo de infección para las personas más mayores.
En su opinión, “es urgente aplicar medidas que puedan remediar esta mortalidad y la aceleración de la vacunación parece la más efectiva”. Por el contrario, “no conviene confiarse en medidas como la perimetración por comunidades, que se insiste en seguir aplicando, cuando no parece demostrar eficacia”.
El último informe de estos cuatro analistas pone de manifiesto que el cierre perimetral de comunidades en las comunidades autónomas, e incluso por provincias en algunos casos, no sirvió para frenar los contagios, “especialmente en los periodos festivos, al no evitar la interrelación social sin protección”.
Como ejemplo, señalan el caso de la Comunidad Valenciana, que fue “la que más reforzó su perimetración en navidades, impidiendo la salida y entrada de su comunidad” incluso a los que tenían familiares en otras regiones. “Con muchísima diferencia, fue en la que más impactó la tercera ola, y con una diferencia grandísima con la media nacional y con las otras comunidades”.
También citan el caso de Madrid, que en otoño restringió los movimientos por municipios. Aseguran que el análisis posterior de los datos concluye que aquello “ni contribuyó a reducir el ratio de reproducción ni los contagios, que ya se habían estabilizado”, mientras que en el resto de España “se observó una subida del ratio de reproducción que se mantuvo alto, aumentaron los contagios y luego las muertes”.
Por ello, sostienen que los cierres perimetrales de territorios sólo tienen sentido en áreas concretas con «elevados índices de contagios y tendencias crecientes» de nuevas infecciones, ya que de ese modo sí se consigue frenar la extensión a otras zonas del país poco afectadas por el coronavirus en ese momento. En cualquier caso, insisten en que “realmente lo que más eficaz está resultando para minimizar esta pandemia es la vacunación” y recomiendan seguir el ejemplo de Reino Unido de espaciar la primera y la segunda dosis porque así “se optimizan” y se inmunizan a más personas en menos tiempo.