El doctor y secretario del comité de expertos que asesora a la Junta, Ignacio Rosell, advirtió hoy de que de los 232 casos notificados hoy de COVID-19, 229 fueron diagnosticados ayer que era festivo -Jueves Santo- en Castilla y León. «Eso no es buen dato», afirmó en su perfil de Twitter, según recoge la agencia Ical.
Asimismo, Rosell avanzó que en los próximos tres días la cifra será posiblemente inferior, pero remarcó que «nadie» debería pensar que se está atenuando nada. «Se verá la semana siguiente», agregó el experto. Este miércoles ya había avanzado la posibilidad de que las cifras se moderaran a partir del viernes, por la menor actividad en días festivoas. «Cuidado con conclusiones erróneas de contención hasta que pasen estas fechas», dijo.
También, este jueves recordó el peligro de las «brasas al viento» o del «valle» que reordó era de 50 casos nuevos por cada 100.000 habitantes cada semana. Sin embargo en Castilla y León la incidencia acumulada a siete días se elevó ayer hasta los 84,89 casos y la de 14 días, hasta los 142,76. Además, recordó la existencia de municipios como Segovia con más de 400 casos en dos semanas o Burgos con unos 350.