El 11 de octubre se celebra el Día del Acueducto, coincidiendo la fecha de su declaración como Monumento Histórico Artístico Nacional por Real Orden el 11 de octubre de 1884.

El nombre de Acueducto proviene del latín: “aqua” (agua) y “ducere” (conducir); lo que quiere decir, que se construyó para transportar el agua desde el río Frío hasta el Alcázar, pasando por toda la ciudad para abastecer de agua a todos los ciudadanos.

Tiene un largo total de 14.965 m. y una altura de 28,10 m. Consta de 120 pilares y 166 arcos.

Su canal mide 25/30 cm. de profundidad y 30 cm. de ancho.

¿Conoces su leyenda?

Hay varias leyendas sobre la construcción del Acueducto de Segovia, la más conocida y extendida cuenta que una niña subía todos los días hasta lo más alto de la montaña y bajaba con el cántaro lleno de agua.

Un día, harta de aquello, pidió al demonio que construyera algún medio para que no tuviera que subir y bajar todos los días con el cántaro.

Entonces, por la noche, se le apareció el demonio y le concedió el deseo a cambio de que, si conseguía terminar el acueducto antes de que cantara el gallo, la niña le diera su alma.

La niña aceptó y el demonio comenzó a construir el acueducto, momento en que la niña se arrepintió de haberlo deseado.

Justo cuando le quedaba una piedra para terminar cantó el gallo, lo que hizo que el demonio fracasara y la niña no perdiera su alma.

En el hueco que quedó es donde está ahora puesta la estatua de la Virgen de Nuestra Señora de la Fuencisla.