Que los tres Bibliobuses de la Diputación y sus bibliotecarias cumplen un papel fundamental en el desarrollo educativo y cultural de los escolares de la provincia es algo que ha quedado demostrado en numerosas ocasiones. El último ejemplo de esta labor que realizan se llama ‘Historia de un Bibliobús’, un cuento editado por la Diputación que era presentado esta mañana por el diputado del Área de Cultura, Juventud y Deportes, José María Bravo, y María Jesús Artalejo, Pilar Martín y Esmeralda Arribas, las tres bibliotecarias.

Como han explicado los cuatro, no se trata de una publicación cualquiera, ya que en su elaboración se han visto implicados la escritora Cristina Oleby y el ilustrador Jesús Navarro, quienes también han asistido a la presentación, y, lo más importante, cerca de un centenar y medio de escolares de la provincia, quienes participaron de forma activa en la confección de la historia y de sus imágenes, colaborando con los dos autores en distintos talleres realizados en los colegios de Otero de Herreros, Villacastín, Aguilafuente y Bernardos.

A lo largo de los meses de abril y mayo pasados, y acompañados de las bibliotecarias, tanto Oleby como Navarro compartieron aula durante algunas horas con los alumnos de estos centros educativos, a quienes explicaron cómo es el proceso de publicación de un libro; desde que se empieza a imaginar la historia hasta que se lleva a la imprenta para su publicación. Así, los niños pudieron conocer las diferentes etapas y participar, además, en la más bonita: la parte creativa. En grupos de seis y siete niños, los alumnos reescribieron, de forma divertida e innovadora y respetando la estructura de planteamiento, nudo y desenlace, algunos de los cuentos clásicos más conocidos, como ‘Caperucita Roja’, ‘Blancanieves’, ‘Alicia en el país de las Maravillas’ o ‘Cenicienta’ y aportaron sugerencias a las ilustraciones de Jesús Navarro.

Estas ideas sirvieron después para escribir ‘Historia de un Bibliobús’, un cuento que narra cómo tres amigos que juegan en el campo una tarde de agosto, descubren, camuflado entre las flores, un autobús abandonado. Los niños deciden adentrarse en él y advierten que está lleno de libros con hojas amarillentas a los que les faltan las páginas, por lo que deciden jugar a las bibliotecas y reinventar las historias. La tarde resulta tan divertida que, a lo largo del cuento, los niños van contagiando su afición al resto del pueblo, cuyos habitantes llegan a implicarse en la reconstrucción del autobús hasta conseguir que vuelva a funcionar, convirtiéndose en el Bibliobús que es hoy en día y que no para de viajar, llevando el placer por la lectura hasta más de un centenar y medio de localidades de la provincia y hasta cerca de 10.000 usuarios, entre los que figuran lectores de todas las edades.

Para José María Bravo, “esta historia es el fiel reflejo del servicio que prestan los tres bibliobuses en la provincia, con la labor indispensable de las bibliotecarias; ellas son quienes descubren y contagian a pequeños y mayores el gusto por vivir aventuras a través de las letras”. Con iniciativas como ésta, que partió de la ilusión por conmemorar junto a los más pequeños el Día Internacional del Libro, la Diputación refuerza su apuesta por hacer la cultura accesible para todos los ciudadanos de la provincia.