La Sanfrutos, esa cerveza cuya etiqueta tiene al santo eremita incitándonos a probar tan rico liquído, estaba predestinada a nacer. Los hermanos Sanz de Santos, creadores de esta bebida, ya apuntaban maneras. Aficionados desde siempre a la elaboración de productos en casa «desde nuestro propio pan, chorizo, morcillas, quesos, vino…», hace un par de años decidieron probar con el mundo de la cerveza y compraron un equipo para su elaboración. «Poco a poco fuimos desarrollando nuestras propias cervezas y al ver el entusiasmo que suscitaban nos planteamos hacer de la elaboración artesana de cerveza una forma de vida y creamos la empresa.» cuenta Adrián, diplomado en turismo y técnico superior en restauración que después de un periplo por cocinas de diversos paises de Europa volvió a Segovia para dirigir el área gastronómico de la Fundación Cándido. Por su parte, su hermano y socio, Mateo, es licienciado en Historia del Arte, ceramista en el taller familiar antes de dedicarse en exclusiva a la elaboración de cerveza.

 

Sopa de cebada

El proceso de fabricación cuentan Adrián y Mateo, es muy sencillo. «Basta con hacer una especie de sopa de malta de cebada que,  una vez filtrada llevamos a ebullición y le añadimos los lúpulos. Cuando está fría le añadimos levadura y dejamos que ésta vaya actuando, generando alcohol y CO2. y al finalizar el proceso de fermentación enfriamos durante unas semanas y pasamos a embotellar».

Sobre los tipos de cerveza, cuentan con dos, la rubia y la especial, aunque en primavera tienen previsto sacar al mercado una tercera modalidad de trigo. «Ambas cervezas, la rubia y la especial, son tipo ‘Ale’, cervezas artesanas de calidad, sin CO2 añadido y con los aromas y sabores propios de la auténtica cerveza».

En cuanto al comienzo de la aventura, cuentan los hermanos que «el esfuerzo ha sido importante porque no hemos encontrado ninguna fuente de financiación ni ningún tipo de ayuda para enfrentarnos al muro de la burocracia de la administración que es verdaderamente fustrante», aunque las colaboraciones con el festival intermitente de invierno Winter Indie City así como la organización de catas de la SanFrutos o la venta de los productos on-line como es el caso de La Cestita Roja, facilitan el camino del reconocimiento de este producto como una cerveza de calidad. Precisamente la cerveza artesanal segoviana podrá viajar este fin de semana a todo el país gracias a La Cestita Roja, una página web dedicada a vender lo mejor de la gastronomía española a través de la red. Una de sus creadoras, Mar Nardiz, natural de Huelva y Licenciada en Publicidad y Relaciones Públicas por la UVa en Segovia, decidió plantarle cara a la crisis creando esta iniciativa llena de sabor.  


El nombre elegido, SanFrutos (así, todo seguido), dicen Adrián y Mateo que fue fruto de la admiración hacia «la vida ascética del Santo y el amor que profesó hacia la naturaleza y su entorno más cercano». La imagen de la etiqueta, un San Frutos en cuyas barbas de modernos trazos se enredan dos pajarillos, ha sido obra de Pablo Matamala, «un muy buen amigo de Muñoveros con el que hemos bebido mucha cerveza».

Aunque esta aventura en la que acaban de imbuírse estos alquimistas de la cerveza acaba de empezar, Adrián y mateo desean «que no falte la SanFrutos en todas las barras y mesas de Segovia y en unos cuantos años se sitúe en lo más alto del podium del campeonanto mundial de cervezas». Mientras tanto, nos dejan una recomendación para Segoviaudaz.es. «La cerveza rubia porque es alegre, joven y festiva como vosotros». ¡Salud!

DEJA UNA RESPUESTA