La pasada semana ha concluido la segunda campaña de excavaciones arqueológicas en el cerro de Somosierra de Sepúlveda, en la que se han identificado restos de un edificio del siglo II a.C. y que demuestran una gran destrucción del sitio coetánea de la conquista romana.
Esta vivienda pertenece a la ciudad que controlaba el territorio del alto valle del río Duratón en época prerromana. Los trabajos se desarrollan en el marco de un proyecto de investigación de la Universidad de Salamanca, con la dirección del prof. Juan José Palao y los arqueólogos Santiago Martínez, Víctor M. Cabañero Martín, José M. Labrador y Fernando López Ambite, promovido por el Ayuntamiento de Sepúlveda, que tiene como objetivo el analizar la estructura urbana y territorio de la ciudad celtibérica de Sepúlveda.
Los trabajos arqueológicos se han centrado en el reconocimiento mediante tres sondeos de comprobación estratigráfica de la zona más alta del asentamiento prerromano, situada en la elevación oriental de los dos que componen el cerro colocado entre los ríos Duratón y Caslilla, y en cuyas laderas se encarama la actual población de Sepúlveda.
En uno de los sondeos se han detectado restos de dos muros y varios suelos pertenecientes a un edificio del siglo II a.C., posteriormente muy alterado por la ocupación medieval del lugar. El edificio contaba con muros con zócalo de mampostería de piedras calizas y paredes elevadas mediante adobes, así como con una cubierta de entramado de madera con barro al exterior, detectado en el derrumbe de un sector de la construcción. Junto al edificio se ha detectado un contexto estratigráfico de destrucción con incendio, en el que se han identificado carbones con cerámicas celtibéricas quemadas y cerámicas procedentes de comercio romano.
En los otros dos sondeos se han identificado restos estructurales pertenecientes a espacios de la villa medieval de Sepúlveda, con muros de mampostería y la inclusión de algún sillar, procedente seguramente del expolio de la ciudad romana de Confloenta.
La ciudad celtibérica de Sepúlveda tiene su origen en un castro de la Primera Edad del Hierro asentado en los siglos VII-VI a.C. en Castrogoda, un cerro fortificado situado enfrente de Sepúlveda. A partir de la segunda mitad del siglo V ese castro amplía su influencia y control en el territorio del macizo de Sepúlveda y el alto valle del Duratón. El incremento de población lleva al surgimiento del núcleo protourbano de Sepúlveda y el abandono del cerro de Castrogoda, cuyas 7 ha. de extensión no podían absorber más población. El desarrollo de Sepúlveda lleva a la constitución de una ciudad a fines del siglo IV a.C., que en el siglo II a.C., momento de la intervención de los primeros ejércitos republicanos romanos en el área, ocupa ya hasta 25 ha. de superficie, al extenderse al noreste por los actuales barrios sepulvedanos de la Virgen de la Peña y San Millán. La ciudad es conquistada por Roma durante las campañas ejecutadas por el cónsul Tito Didio en la Celtiberia del Duero entre 98 y 95 a.C., que deparó la anexión por Roma del territorio extendido entre de Tiermes y Segovia, la actual provincia de Segovia.
El historiador griego Apiano indica que tras la conquista de Tiermes, Tito Didio sometió a asedio a la ciudad de “Kolenda” durante nueve meses (hacia 97-96 a.C.), hasta que esta población cayó, fue arrasada y sus habitantes vendidos como esclavos. Es muy probable que Kolenda haya de ser identificada con Sepúlveda, pues el bloqueo de un ejército consular romano (aproximadamente 20.000 efectivos) sólo hubiera sido posible si la ciudad prerromana hubiera estado en una posición inexpugnable, como Sepúlveda, encaramada en la atalaya natural elevada abruptamente hasta 100 metros de altura sobre los cauces de los ríos Duratón y Caslilla.
El topónimo de “Kolenda” puede ser equivalente a una ciudad de nombre “Komphlenta” o “Komphlenta”, que llevaría la ciudad de Sepúlveda, y que, latinizado como “Confloenta”, sería el mantenido en la nueva ciudad de Duratón, fundada a siete kilómetros de Sepúlveda a inicios del siglo I a.C. para sustituir a la primera como capital administrativa del alto Duratón y Cega bajo el gobierno romano. Los restos de destrucción detectados en la excavación de 2021 en Sepúlveda son coetáneos precisamente de los hechos narrados por las fuentes clásicas en relación con la ciudad de Kolenda, al igual que los materiales romanos del siglo II a.C. hallados en la excavación, presentes por el tráfico comercial en la frontera romana.