La Gimnástica Segoviana salta la banca con la incorporación del gallego Fernán Ferreiroa (Nigrán, Pontevedra, 10 de febrero de 1995) para estos cuatro partidos que quedan de temporada – según la previsión más optimista que contempla el ascenso directo – u ocho como máximo sin pensamos en Fase de Ascenso. Una vez más la Gimnástica explota su máxima virtud a la hora de incorporar jugadores: lo emocional.
Fernán, que dejó un poso extraordinario en lo deportivo y en lo personal en sus dos campañas de azulgrana entre los años 2016 y 2018 – con Abraham García en el banquillo – ha pasado el resto de su trayectoria principalmente en el FK Qäbälä de Azerbaiyán y en el Enosis Neon Paralimni chipriota, su último club.
Fernán eligió Segovia para terminar de recuperarse de una grave lesión, lleva ya unas semanas en dinámica de entrenamientos con el equipo y es ahora, cuando se le tramita la ficha para que dispute lo que resta de campaña aprovechando su condición de jugador lesionado y que, claro está, hay hueco en el plantel gimnástico, justo de efectivos.
Fernán es una oportunidad de mercado. Un jugador talentoso, desequilibrante, muy querido en Segovia y que no ha parado de dar las gracias por la oportunidad que se le ofrece en su presentación a los medios de este mismo jueves. «Estoy listo para competir», ha dicho. Quizá no se ajuste exactamente a lo que la Segoviana necesita – un goleador – pero a poco que esté sano y con el condicionante de su larga inactividad, ayudará. Incluso puede que sea determinante.
Si nada lo impide, Fernán se desplazará con el equipo a Montijo e incuso podría debutar en un partido clave que podrían, como mínimo, garantizar la Copa del Rey para el año que viene y la presencia en la Fase de Ascenso y como máximo seguir como líder del grupo V de la Segunda RFEF.