La Junta de Cofradías, Hermandades y Feligresías tenía claro que este año más que nunca la parte solidaria del programa de actos culturales debía mostrar cómo los cofrades y segovianos se vuelcan en la ayuda a las personas que más lo necesitan.
Por eso el éxito del concierto de la Unión Musical Segoviana a favor de Cáritas Diocesana y la emergencia Ucrania es motivo de orgullo para el presidente de los cofrades, Víctor García Rubio, y toda la Junta Directiva. “Es muy emocionante ver que nuestra Semana Santa puede ayudar y lo hace gracias al tremendo concierto de la Unión Musical, a los que felicito por ello y les estoy muy agradecido”, afirma García Rubio.
El concierto, además, estaba cargado de simbolismo pues es prácticamente idéntico al programado para hace dos años, “cuando la pandemia llegó a nuestras vidas y nos hizo mantenernos encerrados en nuestras casas. Fue en ese momento cuando la música supuso un gran alivio para todos nosotros, reconfortando nuestro espíritu e influyéndonos ánimo en los momentos más oscuros”, señaló el presidente cofrade.
Y si de oscuridad hablamos, qué duda cabe que en el momento actual, la sociedad es testigo de unos de las páginas más negras de la historia reciente con la invasión rusa a Ucrania y la situación extrema en que encuentran millones de ucranianos. Por ello, el presidente de Cáritas Segoviana de Segovia, Ángel Anaya, agradeció la iniciativa de la Junta de Cofradías, el apoyo de la Unión Musical y al numeroso público asistente y los donativos que siguen recibiendo para destinarlo a ayudar en esta emergencia humanitaria.
“Qué duda cabe que la cultura es un medio estupendo de unión y solidaridad entre las personas. Mi agradecimiento también a todas las personas que han colaborado y siguen colaborando con sus aportaciones, a través de Cáritas y de otras instituciones, a poder seguir ayudando a todos aquellos que están siendo víctimas inocentes en esta guerra”, señaló Anaya.
La iglesia de San Miguel fue el escenario para el magnífico concierto de la Unión Musical, que contó con los músicos de la Unión Musical, la presencia del director de la formación, Francisco Cabanillas, y Eugenio Uñón como director invitado así con una amplia representación de autoridades civiles y eclesiásticas y público segoviano, que se volcó con el evento.
Diez marchas cargadas de simbolismo
La Unión Musical Segoviana nace en el año 2000 de la mano de Héctor Guerrero y desde el primer momento integra un perfil muy heterogéneo, como lo es también su repertorio y solidaria es su presencia en numerosas ocasiones. De ahí que el presidente de la Junta de Cofradías destacó que “hoy nos reunimos para decir un ‘No a la guerra a través de la música’. Y lo hacemos con un espíritu de generosidad y solidaridad”
El programa del concierto estaba conformado por un total de 10 marchas de procesión. El director de la Unión Musical, explicaba que su configuración pretendía hacer un recorrido por la Semana Santa de diferentes puntos de nuestra geografía. Además, se intercalaron partituras consolidadas en el repertorio de las bandas de música, con otras compuestas recientemente y que de forma progresiva se van incorporando al repertorio de estas agrupaciones.
De este modo, el concierto comenzó con la marcha “Al Señor de Sevilla” de Abel Moreno que traslada a las calles de la capital andaluza, para pasar a la composición del manchego Francisco José Rosal Nadales y una segunda del zamorano David Rivas Domínguez. La primera parte finalizó con una impresionante “Marcha Fúnebre” del compositor polaco Frederic Chopin y una marcha ambientada en la Semana Santa andaluza “A Mi Capataz” de José González García.
La segunda parte abordó la obra “Huellas Honoris peregrinus” interpretada bajo la dirección de su compositor J.C. De la Fuente, y continuó con dos partituras sirvieron para hacer un recorrido por la Semana Santa segoviana, la marcha “Rocío” de Manuel Ruiz Vidriet, como homenaje a la Cofradía del Rocío que procesiona el Domingo de Resurrección y “Segovia, Pasión Centenaria” de José Luis Peiró Reig, dedicada a la Junta de Cofradías y en especial a Antonio Sánchez Cañas por su iniciativa para que este concierto se celebrase. El concierto finalizó con dos marchas de referencia en el repertorio de la música cofrade, la primera de ellas “Mi Amargura” de Víctor M. Ferrer que, de nuevo, trasladó al público a las calles andaluzas y “Jerusalén” de José Vélez García, que tiene un carácter más programático.
La Unión Musical Segoviana es una de las formaciones más queridas y heterogéneas de Segovia. Así lo explica su director, quien destaca que en ella confluyen músicos que han cursado estudios superiores de la especialidad y que su labor profesional se desarrolla como docentes o intérpretes, con otros músicos que se están formando ya sea en el Conservatorio de nuestra ciudad o en el Taller de Música. “La convivencia y colaboración de músicos con perfiles tan diversos, confiere a la actividad desarrollada en la agrupación una enriquecedora labor para todos ellos”, explica Cabanillas.