Es uno de los templos más imponentes de la provincia segoviana, tanto por dentro como por fuera, y unas de sus joyas patrimoniales, por eso este pueblo de Segovia no quiere una iglesia azul.
Según explica en su web, la parroquia de San Eutropio, en El Espinar, «LA IGLESIA NO SE PINTA DE AZUL».
Y es que el templo tiene «importantes filtraciones en las terrazas laterales», argumentan, que están provocando su deterioro.
Puesto este hecho en conocimiento de la Junta de Castilla y León, la respuesta que ha dado la Administración autonómica no ha gustado a la parroquia de San Eutropio, que manifiesta sentirse «dolida».
Cronología
Según recoge la Parroquia de San Eutropio en su página web, en 2016 se intervino en la cubierta del templo, se sustituyeron todas las tejas y se arregló el chapitel de la torre con fondos europeos.
Este proyecto, añade, incluía la sustitución y arreglo de un canalón colector de agua antes de la cornisa. Sin embargo, quedó demostrado que éste «se obstruía muy a menudo por los palos que arrojan las cigüeñas al tejado y la palomina». Entonces, decidieron «con buen criterio eliminarlo» apunta.
La cuestión, detallan desde la parroquia en su web, es que «esto provoca que todo el agua caiga a las terrazas laterales, que son de piedra y no tienen ninguna cobertura que impida filtraciones de agua».
Se optó entonces, continúa, por dar una «imprimación de clorocaucho azul, que a los dos años debido a la intemperie y los rayos solares dejó de cumplir su función».
Llegados a ese punto, en septiembre de 2019, informaron del deterioro del clorocaucho y solicitaron asesoramiento para subsanarlo.
Así, un aparejador elaboró una memoria de actuación en las terrazas que se envió a la Junta quien, a su vez, pidió más detalles sobre esa propuesta de intervención.
Posteriormente, el propio consejero de Cultura, Gonzalo Santonja, visitó la iglesia de El Espinar para comprobar su estado. El templo también recibió la visita, meses después, de Juan Carlos Priego, Director General de Patrimonio Cultural de la Junta. Éste recordó, según informa la parroquia en su web, «que al ser BIC no vale una memoria técnica de aparejador, sino proyecto de arquitecto».
De ese modo, la parroquia de El Espinar se puso manos a la obra y presentó el proyecto realizado por el arquitecto Miguel de Andrés Hernando, de Trazados Arquitectura, quien pidió una «memoria técnica de intervención urgente para evitar mayores males patrimoniales».
La respuesta de la Junta
Sin embargo, «la ponencia técnica de Segovia dictamina que no autoriza la instalación del tablero fenólico, fijado con soporte a la piedra, con lamina de paravapor de microventilación y bandejas de Quarcinz».
En este sentido, la Junta considera «que se introduce un elemento ajeno y discordante«. En su lugar, recomienda «limpieza, tratamiento herbicida, tratamiento biocida y aplicación de película/pintura/revestimiento». «¿Esto no daña a la piedra?», se preguntan desde la Parroquia de El Espinar.
Por ello, consideran la respuesta de la Junta como «poco considerada», ya que «el clorocaucho se ha visto que no es solución a largo plazo como seria el Quarcinz. Que se integra en el aspecto del edificio y que ya lo ha colocado la misma institución en su intervención en 2016».
Fotografía de Txo/Wikipedia (dominio público)