La empresa promotora de la mina de cuarzo a cielo abierto, Erimsa, se compromete a mantener el desarrollo sostenible en el Nordeste de la provincia de Segovia.
En un comunicado, Erimsa «garantiza el máximo respeto al aprovechamiento agrícola y ganadero, así como a la riqueza natural y patrimonial del nordeste segoviano».
Desde la compañía se explica que el sistema de cribado de terreno es similar al descantado que, históricamente, se ha realizado en las tierras agrícolas de Castilla y León para facilitar las labores del campo, por lo que la fertilidad de las fincas está asegurada. Es además, según define Erimsa, «un modelo inofensivo para la preservación del entorno, la seguridad y salud de los vecinos y de los trabajadores. Siempre se mantiene la distancia exigida por la normativa a los núcleos de población, cauces de los ríos bienes del patrimonio cultural, histórico y arquitectónico, respetando también las infraestructuras públicas y las explotaciones agrícolas y ganaderas».
De este modo, la empresa asegura que su «método de trabajo de extracción de cuarzo es completamente diferente a la minería tradicional y no alterará el modo de vida ni la riqueza natural de los municipios en los que tiene previsto llevar a cabo su actividad».
Regulación
«Además del compromiso adquirido por Erimsa para llevar a cabo su labor de forma respetuosa con los vecinos, el medioambiente y las actividades socioeconómicas tradicionales», apunta, desde la compañía se inisiste en que «la actividad minera está sometida a una estricta regulación y supervisión por parte de diferentes organismo y leyes, por lo que no caben prácticas perjudiciales».
«El cumplimiento de la distancia de seguridad, fijado por las diferentes normativas, es estricto con respecto a los núcleos de población, cauces de los ríos, explotaciones agrícolas y ganaderas, y bienes culturales, históricos y arquitectónicos», subraya.
