Erimsa defiende la sostenibilidad de la mina
Img/Erimsa

La empresa gallega Erimsa Erimsa defiende la sostenibilidad de la mina que proyecta construir en el nordeste de Segovia. La Compañía «garantiza que su modelo de minería moderna y sostenible preserva el medioambiente y no afecta a la productividad de terrenos».

Erimsa incide en que trabaja con un modelo de minería respetuoso con la tierra y el medioambiente, y que «es compatible con actividades económicas propias de entornos rurales, como la agricultura, la ganadería, el turismo y el aprovechamiento forestal».

El proyecto de Segovia

La futura mina de Segovia proporcionará cuarzo, «necesario para producir silicio. El silicio es una materia prima crítica para la transición ecológica y la digitalización, se necesita para la producción de energía solar y eólica, para baterías, ordenadores y teléfonos móviles, entre otros», explica.

A nivel local, la mina creará más de 30 puestos de trabajo, directos e indirectos, ya que Erimsa está reabriendo instalaciones en Barbolla para su procesado, según informa la empresa.

Además, desde Erimsa se quiere dejar constancia de que el sistema de trabajo propuesto en este proyecto es «idéntico al que se viene realizando con éxito», durante los últimos 25 años, en las provincias de Salamanca y Ávila. Y también en diferentes zonas de Galicia, donde, añade, conviven con los vecinos y propietarios de terrenos; y respetan explotaciones agrícolas y ganaderas, infraestructuras, bienes del patrimonio cultural y arquitectónico y el entorno natural.

En esa línea, la Compañía garantiza que es también el «compromiso que adquiere para su futuro proyecto en la provincia de Segovia.

Régimen de alquiler con los propietarios

Durante el proceso, «la compañía trabaja exclusivamente en régimen de alquiler«, apunta. Añade también que, al final, devuelven «las fincas a su propietario, en las condiciones pactadas para la continuidad de la actividad previa».

Mínimo impacto medioambiental y paisajístico

Erimsa defiende que «su minería es sostenible y que toda actividad minera está muy reglada y regulada en España, por lo que no caben prácticas perjudiciales».

Aun así, recalca, «el compromiso de la Compañía es dejar la mínima huella ambiental posible, proteger la biodiversidad y lograr que los planes de restauración consigan la integración total de estas zonas en el paisaje para que se pueda continuar desarrollando actividades como el turismo rural y otras tradicionales, como la agropecuaria».

Método de cribado de terreno

Desde Erimsa se asegura que su modelo de trabajo es muy diferente a la minería tradicional.  Se emplea el sistema de cribado de terreno, que consiste en «separar en primer lugar la capa productiva del suelo. A continuación, se realiza el cribado del material en una profundidad  en torno al metro y medio, dejando in situ el material inferior a 40 mm, lo que garantiza la conservación del nivel original de las fincas. Finalmente, se devuelve la capa productiva a su situación inicial y se realiza el allanado y subsolad»o.

Desde la compañía se aclara que las concesiones mineras siempre son a largo plazo, puesto que los trabajos se desarrollan de forma gradual. La superficie máxima en la que se realiza esta labor de forma simultánea es de dos hectáreas y siempre en condiciones meteorológicas favorables para la restauración, en verano y primavera.

Como reconocimiento a su compromiso y su metodología de trabajo, la Compañía ha obtenido el premio europeo a la excelencia en la categoría a las buenas prácticas medioambientales por parte de la UEPG en 2016 y 2019.

*Fotografía de Erimsa Salamanca.

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